¿Para qué tosemos?
El aire que inspiramos puede contener, a veces, partículas de polvo o gases irritantes que, al depositarse sobre la células que recubren los bronquios, las excitan y desencadenan el reflejo de la tos, que precisamente sirve para poder eliminarlos como un método defensivo natural.
Si hay algún proceso infeccioso o inflamatorio que afecta los bronquios, en su luz se forman abundantes secreciones mucosas o de pus, amenazando tapar las vías aéreas, por lo que también se provoca tos con el fin de expeler al exterior estos materiales.
Si se introduce algo de comida o bebida en las vías respiratorias, por falta del cierre de la glotis en el momento de tragar, también deben ser expulsados por medio de la tos.
En definitiva, la tos sirve para eliminar los cuerpos extraños de cualquier naturaleza y las secreciones que, depositadas en los bronquios, amenazan taparlos.
¿Cómo tosemos?
Para toser, primero se produce una rápida, brusca y corta inspiración, que permite llenar de aire los pulmones: en este punto se contraen fuertemente los músculos abdominales, que empujan las víseras hacia el tórax, elevando el diafragma relajado (al igual que ocurre durante la espiración), pero como la glotis permanece cerrada, se comprime el gas en el pulmón y aumenta mucho su presión: en una tercera etapa, llamada de expulsión, se contraen los músculos intercostales, achicando aún más el tórax, y se entreabre repentinamente la glotis, produciéndose un violento escape de aire y un ruido como un estallido, de la misma manera que estalla un globo inflado al ser pinchado. Esta fuerte corriente de aire empuja, desde la profundidad hacia la boca, las partículas y elementos nocivos.
Tos húmeda versus tos seca
Cuando en los bronquios se han producido inflamaciones, se irritan ciertas células de la pared (células mucosas) capaces de producir mucus, y éste, en exceso, puro o mezclado con pus, si hay destrucción de células y microbios en el combate por la salud del paciente, forma una materia cremosa o semilíquida que da a la tos un carácter húmedo o catarral y que es expulsada por la boca, constituyendo la expectoración.
Muy raras veces, lo que está irritado es algún nervio de los que intervienen en el reflejo de la tos, como el llamado neumogástrico, y se produce una tos molesta y totalmente inútil, llamada tos seca.
Tos espontánea y tos provocada
En realidad, la tos es un mecanismo reflejo, es decir que hay un factor irritante, una zona sensible (la pared bronquial), una vía de conducción (el nervio neumogástrico) y una descarga automática de todo el complejo fenómeno respiratorio descrito.
Sin embargo, como cada fase puede ser producida a voluntad, es posible provocar el fenómeno por nuestro propio deseo; pero en cambio, no es factible detener el reflejo de descarga de la tos espontánea.
Utilidad y peligro de la tos
Como reflejo expulsivo, es un útil mecanismo de defensa que lleva a la eliminación de las secreciones o los cuerpos extraños de los bronquios y contribuye a la curación. Cuando la tos es húmeda, debe ser facilitada con remedios fluidificantes de las secreciones y con bebidas azucaradas; también es útil contribuir a la expulsión de las flemas, poniéndose boca abajo y tosiendo con regularidad y profundidad.
Pero si la tos es sólo irritativa, del tipo seco que ya hemos descrito, no es útil, molesta al paciente que la padece y los excesivos y continuos aumentos de presión intrapulmonar pueden romper los finos tabiques de celdillas aéreas llamadas alvéolos (en donde se produce el intercambio de gases) y provocar una enfermedad grave y progresiva: el enfisema, que lleva a la insuficiencia respiratoria y trae fatiga. Este tipo de tos debe ser combatida con remedios depresores del reflejo de la tos. Entre los principales causantes de esta tos se halla el hábito de fumar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario