jueves, 28 de mayo de 2015

De la vida misma

Padre ejemplar

La grandeza de espíritu, así como también su alto sentido del honor, de la humildad y del respeto del general argentino José de San Martín fueron puestos de manifiestos por él a lo largo de toda su carrera militar y, muy especialmente, en su vida privada.
El gran Capitán de los Andes supo ser también un padre ejemplar, profesándole a su hija Mercedes un cariño profundo, a la vez que le inculcó una educación basada en sabias y estrictas normas de conducta, cariño y enseñanzas, que su noble hija retribuyó amando y respetando a su venerable padre, al que cuido abnegadamente.
Fue así como en ocasión del casamiento de Mercedes con Balcarce, San Martín le escribió a su amigo y compañero O'Higgins: "Hace cinco años había formado el proyecto de unir a mi hija al joven Balcarce, hijo mayor de nuestro honrado amigo y citado y que se hallaba agregado a la legación de Buenos Aires en Londres. Su juiciosidad no está en proporción con su edad de 24 años: amable, instruido y aplicado, se ha hecho amar de todos lo que lo han tratado. El no posee más bienes de fortuna que una honradez a toda prueba: he aquí cuanto he aspirado para hacer el bien y la felicidad de mi hija".



miércoles, 27 de mayo de 2015

Las más bellas esculturas de todos los tiempos

Los etruscos

Los etruscos fueron un pueblo que habitó en el noroeste de Italia, que desarrollaron una importante civilización previa a la fundación de Roma, en el siglo VIII antes de Cristo. En realidad no se conocen bien los orígenes de este pueblo, pero la mayoría de los historiadores cree que proviene del Asia Menor. En ellos es notable la influencia griega, que se manifiesta especialmente en las creaciones artísticas. Los etruscos fundaron una confederación de ciudades y se extendieron hasta el Lacio, donde se fundó Roma. Su elevado espíritu artístico ha quedado revelado en las esculturas, tanto en el modelado de arcilla como en el trabajo de bronce hecho con una técnica depurada. Esta civilización, empero, mantiene aún un sello enigmático, debido a que todavía no se ha descifrado completamente su escritura.




Pareja en un sarcófago

La influencia griega, especialmente de los jonios, se manifiesta claramente en los sarcófagos hallados en la tumba etrusca. La fotografía superior muestra a una pareja de difuntos que descansan sobre un lecho. Está realizada en tierra cocida, y en la misma se advierte el tocado y la vestimenta típicos de este pueblo. Se cree que la obra data del siglo VI a. de C., y se conserva en el Museo Nacional de Villa Giulia, en Roma.


Sarcófago

En los sarcófagos realizados posteriormente al siglo V a. de C. se encuentran tipos humanos distintos, por lo general más obesos o toscos. algunos sostienen el óbolo para pagar a Caronte, el anciano barquero que conducía las almas de los muertos. Aparece también una figura femenina, que podía ser la esposa del difunto o una divinidad. 




Loba del Capitolio 

Esta famosísima escultura hace referencia a los orígenes legendarios de Roma. Según la tradición, la urbe fue fundada por Rómulo y Remo, mellizos que al nacer, fueron abandonados en el río Tiber por orden de Amulio, quien había arrebatado el trono a Númitor, abuelo de los niños. Las aguas del río arrastraron la cesta que contenía a los pequeños y la dejaron en la ribera, donde una loba amamantó a los pequeños hasta que fueron recogidos por unos pastores. La loba fue realizada en bronce en el siglo V a. de C.,pero las figuras de Rómulo y Remo fueron añadidas en el siglo XV por Antonio de Pollaiolo.



Quimera

La quimera es un monstruo de origen oriental, compuesto por un cuerpo de león con cola de serpiente, y está representada con el lomo arqueado en un esfuerzo desesperado. En su dorso se yergue una cabeza de cabra, que muere por la herida que acaba de recibir. Todo el bronce transmite un intenso dolor. No se conoce bien la fecha en que fue realizada esta obra, pero la mayoría cree que data del siglo IV a. de C. Fue descubierta en Arezzo, en el año 1553.




Apolo

Esta estatua, realizada en tierra cocida, se encuentra junto con otras en la viga principal del templo de Veies o Veyes, de allí que se la conozca como "Apolo de Veyes". Apolo era el dios del Sol, de la luz en general con todos sus efectos benéficos o perniciosos. Sus sobrenombres de Febo y Licio lo definían como el resplandeciente, el vivificante; por ello, de la legalidad, de la justicia y también de las bellas artes. Por todo esto fue objeto de especial veneración, y su oráculo en la ciudad de Delfos era consultado por gente de distintas regiones. En esta estatua, la deidad avanza con un movimiento decidido hacia Heracles para quitarle una cierva, y a causa de su rapidez la vestidura se le pega al cuerpo. La estatua presenta una gran vitalidad, acentuada por una rica policromía. Se cree que esta obra maestra fue realizada por el escultor Vulca hacia el año 510 a. de C. Hoy se conserva en el Museo Nacional de Villa Giulia, en Roma.

lunes, 25 de mayo de 2015

Curiosos orígenes de palabras comunes

Del cofre de sorpresas que es nuestro idioma continuamos sacando el origen de palabras que usamos a diario, pero que muchas veces no sabemos exactamente de dónde provienen y cómo se incorporaron al habla popular, enriqueciendo la expresión de ideas y sentimientos.


Linyera

Con este término se designa tanto al atado de ropa y efectos personales como al vagabundo que anda por las ciudades y los caminos y vive de la caridad pública o de pequeños hurtos. Se origina en la palabra italiana lingera, que a su vez proviene del piamontés linger, que significa hombre pobre. Pero también linger deriva del francés léger (ligero) y ésta de otro galicismo: lingerie, que significa ropa blanca. Para los inmigrantes italianos que, como braceros, iban a levantar las cosechas, la linyera era la poca ropa y efectos personales que llevaban consigo. Posteriormente, se denomino así a la persona pobre y vagabunda que lleva consigo todo lo que tiene.


Traje

Esta palabra proviene del latín trahére, que significa traer. Y es que el traje o prenda con que nos cubrimos y abrigamos tiene una misión mucho más trascendente: él revela la personalidad, es decir todo lo que una persona lleva consigo, denota sus gustos y preferencias y también su ocupación, profesión, etcétera. 





Saludo

El sustantivo saludo viene de salutación, y éste de salud, que significa: desear bien . Por eso, al encontrarnos o despedirnos de una persona conocida le hablamos cortésmente, deseándole buena salud y mostrándole respeto. Las formas del saludo son muy distintas y variaron a través de los tiempos y el las diferentes culturas. Los antiguos romanos se saludaban diciendo: ¡Vale! (sé fuerte, sigue sano) o ¡Salve! (se salvó, sigue bien). Por eso, el saludo tiene un significado mucho más profundo que una mera fórmula de cortesía...



Damasco

El damasco es una tela fuerte de seda o lana, con dibujos formados en la misma por la combinación de los hilos y que se utiliza preferentemente en tapicería y cortinados. Su nombre proviene de Damasco, ciudad de Siria donde fue fabricada por primera vez. También se llama damasco a un fruto común en esa región, de donde pasó a otros países de la cuenca del mar Mediterráneo.






Milonga

Esta voz proviene de la lengua quimbunda y es el plural de mulonga, que significa palabra. El quimbundo era un dialecto hablado por negros banguelos, malembos y mozambiques, esclavos en Brasil y en el Río de la Plata. En Buenos Aires, la palabra designó una composición musical y también una fiesta o baile en el que se juntan personas para divertirse.En el poema "Martín Fierro", del argentino José Hernández, encontramos:
"Supe una vez por desgracia, 
  que había un baile por allí 
  y medio desesperado 
  a ver la milonga fui."


Naranja con moho.

Mufa

Este término, que usamos frecuentemente para significar que estamos taciturnos y con mal humor, viene del italiano muffa, que quiere decir moho. Como se sabe, el moho es una variedad de hongo muy pequeño que prospera en la superficie de ciertos organismos y los echa a perder, produciendo muchas veces mal olor. 







jueves, 21 de mayo de 2015

Cuando una frase se hace célebre

"¿He dicho acaso alguna tontería?"

Entre las figuras ejemplares de la antigua Grecia se destaca Foción, orador extraordinario y soldado valeroso que vivió en el siglo IV a. de C. Nadie fue más inflexible que él en sus críticas, consejos y discursos, destinados a corregir los defectos humanos, pero jamás recurrió a los artificios demagógicos para lograr la aprobación del auditorio. Por eso, en cierta oportunidad, viéndose ruidosamente aplaudido por la muchedumbre que lo escuchaba, preguntó extrañado: "No sé por qué me aplauden. ¿He dicho acaso alguna tontería? 


"¡Ésa no es postura de difunto!"

La epidemia de fiebre amarilla del año 1871 produjo en Buenos Aires más de 14000 muertos en pocos meses, y fue un serio problema el traslado de los cadáveres para su inhumación. A los coches fúnebres se agregó toda clase de carros y carretas para el transporte de las víctimas, (sin esperar en algunos casos, los certificados de defunción correspondientes). Y un cronista añade: en uno de aquellos carros habían cargado a un hombre que, luego de hacer unos movimientos, llegó a sentarse junto al conductor. Éste, al verlo, le respondió con cierta lógica: "Vuelva a su sitio enseguida. ¡Esa no es postura de difunto!".


"¡Yo soy quien ha ganado para vos más tierras que las que os legaron vuestros abuelos!"

Años después de la conquista de México, Hernán Cortés regresó a España con la tristeza de haber caído en desgracia y encontrarse en la ruina. Fracasadas sus tentativas de ser recibido por Carlos V, de quien esperaba alguna ayuda, en cierta ocasión pudo acercarse a la carroza del emperador, logrando subir a un estribo del carruaje. Entonces cuando el rey le preguntó quien era, Hernán Cortés le contestó con energía: "Yo soy quien ha ganado para vos más tierras de las que os legaron vuestros abuelos!".
Frase muy bonita. pero inútil, porque no estimulo la gratitud del monarca, y Hernán Cortés murió en la miseria.


Hernán Cortés


"No solo de pan vivirá el hombre"

A quienes pasan la vida dominados por el único afán de acumular riquezas materiales, conviene recordarles alguna vez este episodio bíblico: Habiendo sido llevado Jesús al desierto para ser tentado por el diablo -dicen los Evangelistas-, después de haber ayunado allí durante 40 días y 40 noches, tuvo hambre... Y vino el tentador y le dijo: "Si eres hijo de Dios, di a estas piedras que se hagan pan". Más él, respondiendo, dijo: "Escrito está: no solo de pan vivirá el hombre".


Mosaico con la representación de Jesús de Nazaret.
Iglesia de Santa Sofía, 1280.

miércoles, 20 de mayo de 2015

De la vida misma

Respuesta de un patriota

José María Morelos es uno de los héroes nacionales de México. Habiéndose ordenado sacerdote, y ganado por las ideas de independencia que animaban a otro sacerdote y patriota, Miguel Hidalgo, se presentó a éste y le ofreció sus servicios. El famoso caudillo lo nombró entonces coronel y le encargó que extendiera la revolución por el sur de México. Lo que así hizo con patriotismo y valentía.
Cuando, después de sus hazañas iniciales, el primer gobierno independiente le dio el título de Generalísimo de México, Morelos lo rechazó. Alguien, asombrado por aquella actitud, le preguntó:
-Pero, ¿no es usted acaso el supremo jefe militar de su patria?
He aquí la respuesta del héroe:
-No. Yo soy el primer servidor de la nación mexicana. 


José María Morelos (1812).

Marco Polo

El conquistador de horizontes

Cuando a más de 650* años de la muerte de un hombre, no sólo se habla de él, sino lo que ha hecho sigue siendo hoy en día toda una proeza, el lugar que ocupa en la historia de la humanidad es el mejor premio a su sacrificio, premio que no siempre llega en vida, ya que los hombres que, como Marco Polo, han desafiado la ignorancia y la incredulidad de su época, siempre han sido víctimas de ataques, burlas e injustificadas acusaciones. Pero la historia no se equivoca, y hoy su nombre brilla con el fulgor de su justa dimensión: un ser humano excepcional, un verdadero conquistador de horizontes.

*690 años.

Marco Polo alla Corte del Gran Khan, Tranquillo Cremona 1863


Familia de expedicionarios 

Nicolás y Mateo Polo, padre y tío, respectivamente, de Marco Polo, hacía ya tiempo que comerciaban con el Oriente y no sólo gozaban de gran fama entre los orientales sino que, también, dominaban a la perfección varias lenguas asiáticas, lo que le permitía, a la vez que comerciar, cultivar con ellos una amistad que, con el correr de los años se hizo cada vez más fuerte, razón por la cual fueron invitados a participar de una gran embajada y así enviados a conocer al Gran Khan Kublai, emperador mogol de Catay (China). 
Llegados a la corte del gran emperador, no sólo supieron granjearse su amistad sino que éste les recomendó una misión: entregarle varios presentes al Papa y pedirle que mandara misioneros para introducir la religión cristiana; además que le enviara aceite de la lámpara que alumbraba el Santo Sepulcro en Tierra Santa.
En el año 1271, los hermanos Polo regresaron a Oriente y llevaron con ellos a Marco, hijo de Nicolás, que había nacido en 1254. De espíritu aventurero, más que hábil comerciante, Marco era un muchacho lleno de sueños, apasionado por los viajes, profundo observador y enamorado de todo lo que fuera conocer, descubrir, investigar. Y así fue como los tres partieron al frente de una caravana rumbo a la hoy China.


La nueva vida

Llegados al palacio del Gran Khan, Nicolás le presentó a Marco con estas palabras: "Este es mi hijo, y desde hoy vuestro más noble y fiel servidor".
Con la sagacidad propia de los hombres de su raza, el Gran Khan advirtió muy pronto que Marco Polo a pesar de su juventud, (contaba ya 21 años, pues llegaron en 1274 o sea... ¡luego de cuatro años de largas y penosas jornadas de marcha!), era distinto de su padre y su tío, ya que había en el otros valores fundamentales.
Kublai Khan le dispensó su amistad, y ya totalmente convencido de que Marco Polo era un hombre que había nacido para llevar a cabo importantes empresas, lo nombró gobernador de uno de sus más importantes estados. Esto le permitió realizar infinidad de viajes a través de la China superior (Catay) y de la China meridional (Mangi).
Agudo observador, ávido siempre de conocimientos, esas travesías le dieron oportunidad de conocer milenarias costumbres, interpretar el modo de vida de todavía ignorados pueblos y enriquecer su vasta cultura de las lenguas asiáticas.


El regreso

Luego de recorrer grandes extensiones, de observar, de aprender, de conducir, Marco Polo sintió la nostalgia de su tierra natal y decidió regresar a ella. Su padre y su tío, ya muy envejecidos, aceptaron con alegría la idea del retorno que Marco les propuso.
El Gran -khan notó muy pronto que Marco Polo ya no era el mismo, y al enterarse de su intención de regresar a Venecia, aunque con pena por perder a tan valioso colaborador, aceptó su decisión y, a modo de despedida, le encargo la última misión: acompañar a una de las princesas que partía en viaje nupcial para casarse con un poderoso príncipe de Persia. Marco Polo aceptó y junto con su padre y su tío, partió al mando de 14 naves en el año 1292, arribando a su añorada Venecia tres años después.


La cárcel

Como si fuera una nueva jugada de sus destino de incansable aventurero, el hecho de caer prisionero le dio a Marco Polo una oportunidad que él sabría muy bien aprovechar.
Durante la batalla de Curzolo, Marco Polo -que comandaba una nave de la flota veneciana- cayó en poder de los genoveses. Ya en la prisión, encontró como compañero de calabozo a un conocido literato de la época, Rusticiano (o Rustichello), a quien le narró todo cuanto había visto, conocido y encontrado en el entonces prácticamente ignorado Oriente. 
Todos a quienes antes les había narrado sus experiencias, se burlaron de él (inclusive sus propios familiares), pero Rusticiano no sólo escuchó con atención los verídicos relatos sino que le ayudó a preparar la obra de realmente daría la gloria a Marco Polo: El Libro de las Maravillas (que en su origen se llamó Il Milione). 
Este libro tuvo tal importancia, que no sólo despertó en todos los navegantes de esa época el interés y las ansias de conocer las fabulosas tierras descriptas por Marco Polo, sino que un ejemplar fue hallado en la biblioteca particular de Cristóbal Colón, con anotaciones hechas de su puño y letra.


"El libro de las Maravillas"

Se conserva en la Biblioteca Nacional de París, contiene miniaturas que ilustran muchos episodios de los que se habla en la obra. 


El Gran Khan concede a Nicolás y Mateo Polo la "tabla de oro"
que les servirá como salvoconducto en su viaje de retorno a Europa.


Los hermanos Nicolás y Mateo Polo recibiendo del Papa Gregorio X
un mensaje para el Gran Khan.


La llegada de Marco Polo a Ormuz, con la princesa Cocacin,
prometida del rey de Persia.


Sus últimos años

Marco Polo fue liberado, y nuevamente estuvo de regreso en Venecia en el año 1299. A partir de ese entonces comenzó para él una época de paz y serenidad, junto a su esposa y sus tres hijos. 
Murió en Venecia, la ciudad que le hizo abandonar un reinado donde todo lo había tenido: riquezas, poder, prestigio. Era el año 1325. Poco antes de morir, llamó a sus amigos más queridos y les hizo esta confesión: "Les aseguro que en mi libro no he escrito ni siquiera la mitad de cuanto he visto".
Las palabras de Marco Polo avivaron en el corazón de los espíritus inquietos como el suyo las ansias de llevar a cabo, cómo el lo hiciera, la maravillosa aventura de conquistar horizontes. 


En el mapa puede seguirse el itinerario de Marco Polo por
el continente asiático. El relato extraordinario de sus viajes
corrigió y aumentó las nociones geográficas de su tiempo.

sábado, 16 de mayo de 2015

Rembrandt

Autorretrato con gorguera, 1629

El pintor de la luz y la sombra

Al contemplar un cuadro de Rembrandt, lo primero que atrae poderosamente la atención es la estupenda manera de utilizar la luz para exaltar las figuras de modo que cobren vida y expresen sus profundos sentimientos al emerger vigorosamente de las sombras. Es esta la contribución fundamental de Rembrandt, el genio más representativo de la pintura holandesa del siglo XVII y uno de los más eminentes de todos los tiempos. Pero también se ha dicho con justicia que es el "eco del alma cristiana moderna" y el pintor capaz de dar una visión real e idealizada de su país y su época.



La holanda de Rembrandt

Goethe ha dicho certeramente que el que desee conocer a un poeta debe trasladarse a la patria del poeta. Conviene, pues, conocer cómo era el país en que nació Rembrandt Harmenszoom van Rijn el 15 de julio de 1606. Eran años de lucha en que las provincias del norte combatían contra la dominación española y cuando, tras muchos esfuerzos, organizaron una confederación de ciudades cuya prosperidad se basaba en el comercio y la navegación. Este sistema económico puso el control de la riqueza en una burguesía mercantil, que era la clase dominante. De carácter práctico, muy activos, poco soñadores, los burgueses gustaban de las obras de arte más como una inversión y un adorno para sus casas que por el puro placer estético. Pero como la situación general era buena, los artistas recibían muchos encargos, de modo que participaron activamente en el proceso cultural.
En materia religiosa predominaba el movimiento reformador calvinista, que sostenía que los pintores debían representar la realidad visible y huir de las escenas bíblicas.
Estos factores condicionaron de alguna manera la actividad del artista, quien, sin embargo, con su formidable talento pudo "exponer con lucidez el problema de las relaciones entre el hombre y el mundo, entre el artista creador y su tiempo, entre el estilo y el tema".


Frente de la casa de Rembrandt, en Amsterdam.


Luz y sombra en su vida

Rembrandt vivió hasta 1669, es decir, 63 años, durante los cuales conoció épocas de gloria y felicidad y otras de profundo dolor, por la muerte de sus seres más queridos, por el quebranto económico y el juicio de sus acreedores y porque parecía que sus obras no satisfacían los cambiantes gustos de la época. Sin embargo, estas luces y sombras de su vida no perturbaron su trabajo. Jamás los acontecimientos exteriores afectaron la calidad o la cantidad de su producción. Rembrandt continuaba pintando como si lo hiciera para el mismo y para la posteridad con una pasión digna de los que no quieren pasar en vano por este mundo. Cuando el favor lo abandonó, él respondió a las injusticias de la suerte con sus mejores obras. Así, su famoso cuadro "Ronda nocturna" fue pintado el mismo año de la muerte de Saskia, su primera esposa, a la que amaba entrañablemente, y "Los síndicos de los pañeros", veinte años más tarde, cuando fallece su segunda mujer: Hendrickje Stoffels. Sus últimos años fueron realmente tristes, pues murió su hijo Titus, pero él hizo frente a su soledad y siguió buscando en el arte su seguro refugio.
Quinto hijo de un molinero de Leyden, Rembrandt se inscribió a los 14 años en la facultad de Letras de la universidad local. pero pronto abandono esos estudios por su vocación pictórica. Estudió en Leyden con Jacobo Swanenburgh y luego en Amsterdam con Jan Pipnas y Pieter Lastman. Pero una vez con los rudimentos, él iba a crear su propio estilo y de regreso a Leyden abre un estudio en sociedad con Jan Lievens, Constantijn Huygens, un contemporáneo que los visitó, señaló con asombro el empeño puesto en el trabajo por estos dos maestros "aún imberbes,según sus rostros, y su contextura más cercana a la infancia que a la juventud".
Fue precisamente Huygens -que era secretario del Estatúder Federico Enrique- el que le encarga varios trabajos que comienzan a cimentar su fama. En 1632, el doctor Nicolás Tulp dicta una lección de anatomía en la corporación de cirujanos de Amsterdam. Este hecho es pintado por Rembrandt, dando origen al renombrado cuadro. En 1634 contrae enlace con Saskia: es el momento más feliz de la vida del artista, pues su actividad es muy intensa y sus cuadros muy cotizados. Nacen su hija Titia* y su hijo Titus, el único que sobrevivirá. Además ha adquirido una fabulosa mansión, que no puede pagar por completo. Pero en 1642 fallece Saskia, los acreedores empiezan a reclamar el pago de sus deudas, mientras que sus cuadros no son tan solicitados. 
Hacia 1650, cuando su ruina es completa, conoce a Hendrickje Stoffels, que será su fiel compañera. Ella y su hijo Titus tratarán de salvarlo del desastre económico, pero el artista es declarado insolvente y sus bienes, que había reunido con verdadero entusiasmo, son rematados. En 1661 muere Hendrickje y en 1668, Titus, quien no alcanza a conocer a su hijita, bautizada pocos meses antes de la muerte del artista en momentos en que todos parecían haberlo olvidado. Pero así como en sus cuadros la figura surge de las sombras, así también la obra de Rembrandt resplandeció tras el momentáneo ocaso.

*Tuvo 4 hijos: su hijo Rumbartus murió a los 2 meses de su nacimiento, en 1635, y su hija Cornelia murió a las 3 semanas de  edad, en 1638. En 1640, tuvo una segunda hija, a la que también llamaron Coernelia, y que falleció acabo de un mes, solo su hijo Titus llegó a alcanzar la madurez. 



"La novia judía" cuadro pintado hacía 1666, que refleja la
delicadeza de los afectos que unen a los esposos.


Retrato de Saskia, primera mujer de Rembrandt.


"La ronda nocturna" o
"Salida de la compañía de arcabuceros del capitán Banning Cocq"
es una obra maestra pintada en un momento muy doloroso de su vida,
pues había muerto su esposa.


"Los síndicos de los pañeros", óleo pintado en 1662 para la corporación
de fabricantes de tejidos en Amsterdam, es una de sus obras más famosas.
Es asombrosa la naturalidad de las figuras, que parecen mirar al que
contempla el cuadro como si fuera que penetra el cuarto.



"La negación de San Pedro" se denomina este cuadro, basado en
el contraste de el manto claro del apóstol con las figuras de los
soldados en zonas de penumbra.


Con frecuencia, Rembrandt tomó como modelo a miembros
de su familia. Este retrato es de la segunda esposa,
Hendrickje Stoffels.


Las pinturas religiosas 

Los más renombrados críticos han denominado a Rembrandt como "el eco del alma cristiana moderna", del alma liberada de las trabas de los dogmas medievales. La curiosidad experimental es el móvil de todas las obras que distinguen al hombre moderno, y esa misma curiosidad, esa necesidad de encontrar nuevos caminos, es la que guió a Rembrandt. Era miembro de la iglesia reformada y tuvo relación con los menonitas, secta holandesa fundada por Menno Simonis en el siglo XVI. Si se examinan sus 600 cuadros, 300 aguafuertes y 200 dibujos, se advierte que la mayoría son temas bíblicos y, en segundo lugar, retratos. Sin embargo, la pintura religiosa no era popular en Holanda, ya que la doctrina reformada sostenía que los pintores debían representar la realidad visible y no tocar temas bíblicos. Pero Rembrandt es un pintor religioso que trabaja para si mismo. Cuando lo hace por encargo parece ocuparse poco de las sugerencias de la clientela. Esto es evidente a mediados de su carrera entre 1640 y 1660; después más filósofo y resignado, supo adaptar las ideas artísticas al deseo de los clientes, pero siempre transigió muy poco con el gusto del público. En esto se manifiesta el hombre moderno, liberado de los lazos medievales que lo hacían dependiente de la sociedad, las comparaciones cívicas, la tradición y la fe. Esta actitud del artista no es exceso de individualismo, sino convicción profunda del hombre que se sabe responsable ante sí y ante Dios.


"Abraham y los ángeles"
Tan admirable como sus cuadros son sus aguafuertes y dibujos.



En la Biblia, Rembrandt encontró una fuente de inspiración.
Por eso la mayoría de sus cuadros son de tema religioso.
Este se titula "El ángel y el profeta Balaam"


"La cena en Emaús", cuadro pintado en 1648, muestra a Jesús
después de la Resurrección cuando se presentó a dos de sus
discípulos. Se conserva en el Museo del Louvre, París.


"El descenso de la cruz" se titula este óleo pintado
en 1663, en el que la figura de Cristo aparece realzada
por la claridad del manto y la de su cuerpo.

viernes, 15 de mayo de 2015

Curiosos orígenes de palabras comunes

Trapo

Trapo

Tiene su origen en el francés. Los franceses llaman drap a toda tela o paño aplicado a cualquier uso. De allí surgió la palabra castellana trapo, pero tiene una aceptación más limitada: el trapo no es toda tela o género, sino el pedazo roto, gastado y desechado por inútil.










Canguro

Canguro

El nombre de este mamífero marsupial (hay algunos ejemplares que dan saltos de tres metros) fue difundido por el explorador inglés James Cook, quien arribó a Australia en 1770. Al verlo por primera vez, preguntó a los nativos cómo se llamaba, y éstos le respondieron: "Kan-gu-rú". Cook lo denominó así, y así es conocido en todo el mundo. Lo único que no sabía Cook es que la traducción de "Kan-gu-rú" es "yo-no-lo-sé".






El alquimista de William Fettes Douglas.

Panacea

Se aplica esta palabra a cosas de orden moral, como cuando decimos: "La virtud, la ciencia y el trabajo son las únicas panaceas de la vida". Pero en su origen se daba este nombre a ungüentos o medicinas que eran eficaces para varias enfermedades. "Sánalo o cúralo todo", es la traducción literal de esta voz griega panakeia, compuesta de las palabras pan (todo) y ákos (remedio). Panacea universal se llamó al remedio que buscaban en la Edad Media los alquimistas para curar todas las enfermedades. Un hijo de Apolo, Esculapio, divinidad griega que presidía la medicina y sanaba enfermos y resucitaba muertos, llamó Panacea a una de sus cuatro hijas.








Degollamiento de víctima sacrificial 

Hecatombe

Cuando un ciclón ha arrasado una ciudad, un incendio ha destruido muchas casas, o un terremoto ha asolado una región, decimos que ha sucedido una hecatombe. Sin embargo, estamos deformando el uso de esta palabra, de origen griego: hecatombe era el sacrificio de cien bueyes u otras víctimas que hacían los antiguos paganos a sus dioses (ekatón: ciento; bous: buey).






Martillo de subasta

Subasta

Se llama así a la venta pública de bienes, muebles alhajas, etc., que se hace al mejor postor y generalmente por mandato y con intervención de la justicia. La palabra subasta viene del latín y esta formada por dos voces: sub y hasta, que significan bajo la lanza, porque la venta del botín tomado durante la guerra se anunciaba clavando una lanza en el suelo.








Peluca egipcia cabello natural.
Museo Británico, Londres.

Peluca

Aunque su nombre reconoce como patronímico al latín pilus y es de resiente designación, su uso se remonta a unos 5000 años, pues ya lo usaban en el antiguo Egipto las sacerdotisas de Isis; y según Jenofonte, los medos y los persas se adornaban con pelucas. La Biblia, por su parte, refiere cómo Michol, para liberar a su esposo de los esbirros de Saúl, los burló fabricando un muñeco al que le colocó una peluca.





Las más bellas esculturas de todos los tiempos

Estatuas de David

David, el rey poeta que vivió entre los años 1050 y 975 antes de Cristo, fue el segundo rey y una de las figuras más destacadas del pueblo hebreo. En el Antiguo Testamento se narra que era un pastor nacido en Belén, valiente. vigoroso, prudente y hermoso que atrajo la atención del rey Saúl por su habilidad por tocar el arpa y entonar cánticos. Muy joven venció al gigante filisteo Goliat arrojándole una piedra con su honda y luego le cortó la cabeza. Sus triunfos despertaron más tarde los celos del rey, y David tuvo que huir al desierto para salvar su vida. Después de la muerte de Saúl, fue elegido rey por la tribu de Judá, y siete años y medio más tarde por las de Israel. Entonces tomo la fortaleza de Sión e hizo de Jerusalén la capital política y religiosa de los hebreos y llevó allí el Arca de la Alianza con los libros de la Ley. Compuso, además, bellísimos salmos que se conservan en la Biblia. Tan interesante personalidad fue motivo para diversos escultores, que lo representaron en estatuas famosas 



David, de Miguel Ángel Buonarroti


En la primavera del año 1501, Miguel Ángel abandonó Roma para retornar a Florencia y, según la tradición, se encontró con Leonardo da Vinci, que volvía de Milán. El primero tenía poco más de 25 años y estaba en pleno vigor como para contraponerse a Leonardo, ya muy célebre. Entonces resolvió aceptar el ofrecimiento de un enorme bloque de mármol para hacer la estatua de David. Cuarenta años antes, Agostino di Duccio había intentado esculpir el bloque sin conseguirlo, aunque dejó huellas en él; de modo que Miguel Ángel tuvo que retomar el mármol y sacar un resto que simulara tela, pues la figura que él había concebido estaba semivestida. Después de dos años y medio de trabajo, la colosal estatua -que mide 4 metros de alto- estaba lista y una comisión de artistas decidió que debía colocarse delante del Palacio Viejo. En la actualidad se conserva en la Galería de la Academia. En esta representación, Miguel Ángel abandonó la figura hasta entonces del joven pastor: el vencedor de Goliat debía ser un gigante fuerte, una especie de Hércules. La estatua representa el ideal republicano de Miguel Ángel caracterizado por la fortaleza y la ira, que se expresan en la apariencia serena pero tensa del cuerpo.



David, de Bernini 


Gian Lorenzo Bernini (1598- 1680), escultor y arquitecto, nació en Nápoles, pero muy joven se trasladó a Roma, donde realizó una obra tan intensa, que puede afirmarse que con sus columnatas, fuentes y edificios cambió la fisonomía de la Ciudad Eterna. La estatua de David revela gran energía, como corresponde a un luchador. 



David, de Verrocchio



Andrea del Verrocchio (1435- 1488) trabajó especialmente en Florencia y fue maestro de otras renombradas figuras del renacimiento. Hacia 1475, por extraña coincidencia el mismo año que nació Miguel Ángel, esculpió una estatua de David en bronce. Lorenzo el Magnifico compró la obra y la hizo colocar en el Palacio Viejo. En la estatua se advierte un gran refinamiento, pero se asemeja a otra que había realizado Donatello, en la que el joven, protegido por una coraza de cuero, sostiene una espada con la que ha cortado la cabeza de Goliat.

jueves, 14 de mayo de 2015

Cuando una frase se hace célebre

"¡Hay que destruir a Cartago!"

Uno de los romanos que se hicieron famosos por la austeridad de principios y la intransigencia con el vicio y la corrupción de las costumbres fue Catón el Censor (234- 149 a. de C.), quien ocupó cargos de importancia en Sicilia y en Cerdeña y se destacó como orador en los debates del senado. Su irritación con los cartagineses, que se oponían a sus planes políticos, creó en Catón una idea obsesiva a tal extremo, que terminaba todos los discursos con una exclamación rotunda: "¡Hay que destruir a Cartago!". Como es natural, repitiendo el estribillo con tanta frecuencia y en cualquier circunstancia, a la larga perdió su fuerza y sólo quedó como una frase pintoresca. 



Catón el viejo (o el Censor).


"¡Cómo pretendí igualar a tantos pueblos diferentes!"

Un apasionado entretenimiento de Carlos V durante su retiro en el monasterio de Yuste -donde murió en 1558- era su afición a la relojería y sus esfuerzos para que todos los relojes de su colección marchasen a un mismo tiempo. Pero como no obstante sus afanes los relojes marcaban horas distintas, aquel hombre, que soñó con con establecer nada menos que una "Monarquía Universal", exclamó desanimado: "Si no es posible que alguno de los relojes marchen de acuerdo... ¡cómo pretendí igualar a tantos pueblos diferentes!". Se cuenta que, inesperadamente, el problema fue solucionado por un servidor suyo llamado Juanelo, quien al tropezar con la mesa produjo la caída estrepitosa de las delicadas maquinarias. Entonces, Carlos V soltó la risa y dijo: "Eres más eficaz que yo, porque encontraste la manera de ponerlos a todos de acuerdo".


El emperador Carlos V con el bastón,
 por Rubens.


"¡Oh, Libertad, cuántos crímenes se cometen en tu nombre!"

Apasionada por todas las manifestaciones artísticas y literarias, y ferviente animadora de las ideas republicanas, Madame Roland de la Platiere (1754-1793) tuvo una actuación destacada en París, antes y después de la caída del régimen monárquico, pero las intrigas y el odio de algunos revolucionarios la condenaron a morir en la guillotina. Junto al siniestro aparato habían colocado una enorme estatua de la Libertad, y se dice que a ella dirigió Madame Roland la triste frase del epígrafe, entregándose después a las manos del verdugo.


Madame Roland.


"¡Victoria! ¡El triunfo es nuestro!

Después de vencer en la batalla de Maratón (490 a. de C.), el general ateniense Milcíades encomendó a un joven guerrero llamado Feidíppides (Filípides) la misión de llevar a Atenas la noticia del triunfo del ejército griego sobre las fuerzas muy superiores de los medos y los persas. La distancia de 42 kilómetros fue recorrida velozmente y sin descanso por el mensajero, quien al llegar pudo decir apenas: "¡Victoria! ¡El triunfo es nuestro!", antes de expirar a causa del esfuerzo realizado.


Filípides.

miércoles, 13 de mayo de 2015

El saludo

El viejo símbolo de la amistad

Desde los tiempos más lejanos, el saludo fue un símbolo de respeto, amistad y cordialidad que el hombre practicó con fundamentales diferencias, pues varía según la época y los pueblos, ya que cada uno adoptó una manera de saludar, dando así nacimiento a una serie de costumbres, muchas de ellas curiosas e insólitas, que aún hoy se practican en distintos lugares de la Tierra cuyas culturas son diferentes.





Orígenes del saludo 

Si nos atenemos a las teorías más aceptadas, podemos afirmar que el saludo fue, en primer lugar, más que una manifestación de amistad o afecto, la manera más clara de demostrarle a quien se acercaba que no corría ningún peligro de ser atacado, pues la mano se le mostraba extendida, en actitud pacífica. 
De acuerdo con su idiosincrasia, los pueblos fueron adoptando y modificando el saludo a través de los tiempos, dándole características particulares. La desaparición de algunas vestimentas y la transformación de otras hicieron variar la forma de saludar, pero lo que aún se mantiene viva es la raíz fundamental que dio origen al saludo. 


Los caballeros medievales 

Uno de los saludos más universalizados es, sin duda alguna, quitarse el sombrero. Y es que el sombrero, desde hace mucho tiempo, es más que un simple complemento de la vestimenta: es todo un símbolo de la jerarquía de quien lo lleva, conociéndose así, por su sola presencia, el grado de nobleza o importancia de su orgulloso dueño. De allí los distintos tipos de sombreros, su confección y la magnificencia de algunos de ellos, adornados con finísimas plumas o rica pedrería. 
La costumbre occidental de quitarse el sombrero para saludar se remonta al tiempo de los caballeros de la Edad Media. Estos señores cabalgaban siempre prácticamente encerrados en sus herméticas armaduras. Cuando se encontraban frente a otro caballero, como el yelmo les cubría totalmente la cabeza, no sabían si lo conocían o no, y esta situación se prestaba a confusiones; por eso optaron por alzarse el yelmo, descubriendo así su rostro. Cuando se cruzaban con alguien que les parecía sospechoso, solamente alzaban la visera. 
Con el correr de los tiempo desaparecieron las armaduras y los yelmos, pero quedo la costumbre de descubrirse la cabeza. Los militares, aún hoy, al saludar tocan la visera de su gorra, rememorando aquella vieja actitud de saludo y cortesía.
Pero lo realmente positivo es que cualquiera sea la forma adoptada a través del tiempo y la idiosincrasia de los pueblos, el saludo sigue cumpliendo su hermosa función: acercar a los seres humanos y crear entre ellos un vínculo de paz, de confianza y cordialidad.


Saludo con sombrero.


Saludo de Caballero.



Saludo militar.

Extrañas costumbres

En el antiguo Japón, una persona que no saludaba a otra de mayor jerarquía podía ser condenada a la pena de muerte.
Griegos y romanos se estrechaban la mano y solían besarse en las mejillas; en cambio los chinos se saludaban estrechándose sus propias manos. Esta costumbre, aparentemente sin sentido, tiene su explicación, ya que en aquellos tiempos las fiebres y las epidemias solían azotar esas regiones, y ellos trataban así de evitar todo posible contagio.



Saludo chino
Ciertos indígenas de Oceanía se saludaban entrechocando sus narices. En cambio, los nativos de la Costa de Oro acostumbraban dejar caer la toga que los cubría, dejando descubierta la espalda para demostrar confianza a la persona a quien consideraban incapaz de traición. 

Nueva Zelanda-Oceanía-Saludo de indígenas.
Original acero grabado dibujado por Danvin, grabado por Massard, 1836.
La costumbre de los nativos de Nueva Guinea es de lo más insólito, ya que al irse una persona querida la despiden llorando y embarrándose totalmente. En el Tibet, algunas tribus se saludaban mostrando la lengua en señal de que jamás pronunciarían palabras ofensivas hacia el amigo.

Saludo en el Tibet.