martes, 21 de febrero de 2017

Las mas bellas esculturas de todos los tiempos

Estatuas medievales

En la época medieval la escultura estuvo muy relacionada con la arquitectura y muchas veces fue su complemento necesario. Las fachadas de las catedrales góticas tenían figuras de personajes religiosos y de temas bíblicos. La Virgen y el niño, Jesús Redentor, los Apóstoles y escenas de la Pasión, fueron los principales motivos representados por los artistas, quienes naturalmente, los expresaron de manera personal. En Francia, Alemania, Italia, Flandes y los Países Bajos nacieron distintas escuela y talleres que produjeron obras admirables, algunas de las cuales aparecen en estas páginas.




Virgen de la Visitación

El tema de la Visitación -episodio en el que la Virgen María visita a su pariente Elizabeth, la cual la reconoce como madre del Salvador- fue tratado muchas veces, pero con matices diferentes. Esta Virgen de la Catedral de Bamberg, Alemania, fue esculpida hacia el año 1230 y se destaca por los admiradores efectos logrados con los pliegues del manto.














María Magdalena 

En la abadía de Solesmes , Francia, se encuentra un grupo escultórico que representa el sepelio de Cristo. Al mismo tiempo pertenece esta figura de María Magdalena, considerada por los críticos como una de las expresiones más logradas del mecanismo cristiano. El dolor de la mujer ante la muerte del Maestro se transforma en una plegaria, y la desesperación cede su paso a la fe. Fue realizada en el año 1496 por Miguel Colombe.








Muerte de María

En la iglesia de Nuestra Señora de Cracovia se encuentra un altar de madera policromada que data de fines del siglo XV. El tema representa la muerte de la Virgen en brazos de los apóstoles, pero el mismo se une con la Asunción y, por lo tanto el retorno de la Virgen junto a su Hijo. El conjunto mide 13 metros de alto por 11 metros de ancho y las figuras principales miden 2.80 m de alto.





El Amazonas

Cuando nos referimos a una región muy rica, incalculablemente rica, decimos que es "El dorado". Deberíamos decir, simplemente, "Dorado". Aquella primera expresión es la contracción de "El hombre dorado", y esta última, la del lugar abundante en oro, el fabuloso "Dorado", identificado también con una ciudad. Como se ve, se trata de dos mitos distintos.
Fue buscando "Eldorado" cuando los españoles descubrieron el río Amazonas. Habían oído hablar del indio que cubría su cuerpo con polvo de oro y se sumergía luego en las aguas de una fantástica laguna. Esto les hizo suponer la abundancia del material en la región, y al encuentro de "El hombre dorado" se lanzaron.
El tan peregrino culto -de ello se trataba- había existido realmente. Los indios de la aldea de Guatavitá, en lo que fue Nueva Granada, hoy Colombia, lo practicaron. Pero hacía más de treinta años que había desaparecido cuando los conquistadores se lanzaron a la búsqueda.

Gonzalo Jiménez de Quesada fue quien llegó primero a la región y obtuvo de los indios valiosos presentes en oro y piedras preciosas. Desde Perú, el conquistador Francisco Pizarro, celoso del éxito de esa expedición, envió, en 1538, a su hermano Gonzalo. Este debía llegar hasta Quito, pero durante el camino oyó hablar del árbol de la canela, abundante en las selvas orientales, donde, por añadidura, habitaban tribus ricas en oro y hacia ellas se lanzó con doscientos veinte hombres. Sólo pocos regresaron vivos a Perú, después de dos años de inmersas penurias.
Pero uno de los tenientes de Gonzalo Pizarro, Francisco de Orellana, se había adelantado por la parte superior del Amazonas, con cincuenta hombres, en un bote bastante maltrecho. Capitán y teniente no pudieron reunirse más, y este último fue arrastrado por la corriente hasta la misma desembocadura, del rió donde alcanzó, el pleno Atlántico, la isla de Cuabagua, el 11 de septiembre de 1541. A esa desembocadura había llegado en 1500 Vicente Yáñez Pinzón, uno de los descubridores del Nuevo Mundo. Llamó Marañón al río, nombre que no prosperaría porque Orellana, al relatar los combates sostenidos por él y sus compañeros contra tribus en las cuales combatían también mujeres, le impuso el de Amazonas.
Los brasileños llaman Amazonas Mediterráneo a su gran río, y también Río Mar porque, en efecto, tiene tormentas como un auténtico mar con grandes olas.


El descubrimiento del río Amazonas se produjo mientras los conquistadores
españoles buscaban las fabulosas tierras de Eldorado.



La cueca del amazonas

Por sus propios cursos o a través de otros, todos los ríos de Brasil desembocan en el Atlántico. Esto obedece a que nacen en la vertiente oriental de la cordillera de los Andes, lo que hace que se vuelquen hacia ese océano antes que al Pacífico. 
El país posee tres cuencas o reunión de ríos que encuentran su salida hacia el este en forma conjunta. La del Amazonas agrupa las aguas de las regiones septentrionales, centrales y orientales. La denominada cuenca oriental reúne los ríos que desciende directamente al Atlántico. Y la que se origina en la meseta del Brasil y al sur del Mato Grosso, va volcándose progresivamente -a través de gran cantidad de ríos- en el Paraguay (y éste en el Paraná) y en el Uruguay, los que forman el Plata.



Un río gigante

El Amazonas es el segundo rió del mundo en cuanto a longitud. Mide, comprendido el Ucayali, considerado su ramal de origen, 6276* kilómetros, poco menos que el Nilo-Kagera, el primer río del mundo por su extensión, que alcanza 6695** kilómetros.***
En cuanto al caudal de aguas que arrastra es, sin lugar a dudas, el primero: lleva 100000* metros cúbicos de agua por segundo, cantidad que puede duplicarse en épocas de crecientes.
Por su cuenca, este río gigante, incluida también la del Tocantins, mide siete millones de kilómetros cuadrados. Una cifra más dará la importancia de esa cuenca: en ella vuelcan sus aguas los ríos de casi el 40% de la superficie de toda América del sur.




*Longitud del río Amazonas: 7062
** Longitud del río Nilo: 6853
***El Nilo fue considerado durante siglos el río más largo del mundo. Sin embargo, mediciones de los años 2007 y 2008 han redefinido el nacimiento del río Amazonas en el sur del Perú, en lugar del norte, designándolo como el río más largo del mundo. Fuente
* Caudal Medio: 225000 m³/s





Límites

Limita al norte, en dirección a la Guayana, con sierras de poca altura que corren paralelas a las fronteras; al noreste, hacia la cuenca del Orinoco, con otras sierras mucho más altas que, en parte, están sobre la frontera venezolana (aquí se confunden las cuencas del Orinoco y del Amazonas, por el descenso del terreno, y existe un rió, el Casiquiare, que une a aquél con uno de los más importantes afluentes del Amazonas, el Negro); en adelante, siguiendo la cordillera de los Andes, la línea divisora está constituida por colinas bajas, y luego, por vertientes bien definidas en la cordillera Oriental Colombiana;  al sur, con las cordilleras del Ecuador y del Perú; luego, con la de Bolivia, a partir de la cual el límite de la cuenca atraviesa el continente.
Si se considera ramal originario al Ucayali, el Amazonas nace en el Perú. Ese río se junta con el Marañón peruano, conservando su nombre. Más adelante toma el de Solimoes, que cambia, a su vez, por el de Amazonas, luego de haber recibido junto a Manaos las aguas del Negro, que nace en Colombia y recorre 2050 kilómetros.

Los peces más peligrosos del Amazonas son las pirañas, cuyos afiladísimos
dientes causan heridas mortales a otros animales y al hombre.



La flora y la fauna del Amazonas son muy ricas y variadas. Entre las especies
más comunes figuran el tucan (1), el guacamayo azul y amarillo (2), la
victoria regia o irupé (3) y la ninfa blanca (4).





Tributarios 

El amazonas es un río de lenta corriente, lo que favorece su navegación. Atraviesa selvas de gran riqueza forestal. Los indígenas distinguen, entre sus afluentes, a los "blancos", que arrastran arena  y a los "negros", que llevan humus y materias orgánicas.
La marea atlántica de su desembocadura se deja sentir hasta 700 kilómetros de distancia, sobre todo en verano. Es la famosa "pororoca", ola de varios metros de longitud.
El lodo que va arrastrando forma, al llegar a su desembocadura, charcas, lagos y lagunas, lo que produce desviaciones de la corriente natural. Contrariamente a lo que se afirma, el rió no desemboca en un estuario. Lo que ocurre es que, poco antes de hacerlo, por su lado derecho, principalmente, se divide en muchos brazos menores y, a parte de ésto, en el interior forma gran cantidad de islas, lo cual hace pensar más en un delta que en un estuario.
En la desembocadura, las profundidades varían entre 20 y 50 metros; más arriba, remontando el curso, hay que descender a veces hasta 130 metros. Esto explica la buena navegabilidad del río hasta la altura de Manaos, en el mismo corazón del Brasil por buques de mediano calado, y aún hasta Iquitos, en pleno Perú.




"Pororoca"

viernes, 17 de febrero de 2017

De la vida misma

La lección de Picasso

Bien puede decirse que en las artes plásticas habría que hablar de "antes de Picasso" y "después de Picasso", porque el célebre pintor fue, indudablemente, quien cambió de manera radical, ese arte milenario que es la pintura.
Siendo aún joven y combatido por los ultraacadémicos, estaba Picasso en un café de París con un grupo de colegas de su generación , cuando de una mesa vecina, en la que se hallaban algunos plásticos de la vieja escuela, escuchó algunas diatribas contra los pintores de la nueva sensibilidad que "ignoran el dibujo". Entonces Picasso, que era un eximio dibujante, se acercó a la mesa y preguntó a quien parecía ser el cabecilla del grupo:
-¿Podría decirme, qué hace un pintor de talento cuando no sabe dibujar?
El otro, con despectiva sonrisa, le respondió:
-Si, señor. ¡Va a la escuela a aprender!
A lo que Picasso, sin perder la calma, contestó con esta lapidaria frase en la que resumía toda su filosofía de creador insigne:
-No, señor. ¡Funda una escuela de arte original!



Pablo Picasso joven

jueves, 16 de febrero de 2017

Alejandro Magno

El conquistador más joven del mundo

En la primavera del año 334 antes de Cristo, Alejandro, un joven general de 22 años, al frente de un poderoso ejército, cruzaba el Helesponto y desde su nave arrojaba su lanza a tierra como símbolo de declaración de guerra al imperio persa. Al pisar el Asia Menor se dirigió hacia Troya y allí ofreció un sacrificio a la diosa Palas Atenea, protectora de los griegos. Luego depositó sendas guirnaldas en las tumbas de Aquiles y de Patroclo, los héroes de la "Iliada", el poema de Homero, queriendo significar la continuidad de la lucha heroica entre los pueblos de Europa y Asia.
¿Quién era este joven que se atrevía a hacer frente al más grande imperio organizado hasta entonces? Hijo de un rey (Filipo de Macedonia) y de Olimpia (princesa de Epiro), Alejandro se consideraba descendiente de Heracles, el semidiós de fuerza extraordinaria, y de Aquiles, el héroe griego. En su alma se mezclaban de manera extraña el aspecto griego, "civilizado", con su naturaleza primitiva, "bárbara". Pocas personalidades son tan contradictorias como la de Alejandro Magno, general osado y valiente, capaz de, dirigir una de las campañas más grandes de todos los tiempos y de fundir en un vasto imperio las más antiguas civilizaciones del mundo.

Detalle de un mosaico encontrado en la ciudad de Pompeya,
 Italia, que lo representa durante la batalla de Iso.



Un niño prodigio

Alejandro nació en Pela, capital de Macedonia, en el año 356 antes de Cristo, y el mismo día su padre, Filipo, recibió la noticia de un triunfo sobre los griegos. Esto fue interpretado por los adivinos como un augurio de que el niño sería invencible. Al crecer demostraba sus extraordinarias dotes: se distinguía en los juegos, era un jinete excepcional, capaz de dominar a Bucéfalo, un brioso caballo que nadie se atrevía a montar, y, al mismo tiempo, mostraba gusto por las letras y las artes.  A los trece años tuvo como preceptor al famoso filósofo griego Aristóteles, quien acrecentó su amor por lo helénico.
Filipo había trazado un ambicioso plan que consistía en organizar el reino macedónico y darle salida al mar, conquistar a Grecia y luego marchar contra el imperio persa. En la realización del mismo puso todo su valor y su astucia. En el año 338 a. de C., logró el triunfo de Queronea, en donde se destacó el joven Alejandro al frente de la caballería. Éste tenía solo 18 años y fue tan valiente militar como hábil diplomático, pues consiguió la paz en base a las condiciones que el impuso.

Una pintura de Domenichino lo muestra perdonando a una joven tebana. Cuando
tomó a Tebas y dominó a Grecia, destruyó la ciudad, pero ordenó salvar la casa
del poeta Píndaro.




El joven rey

En el año 337 antes de Cristo, Filipo contrajo nuevo matrimonio. Durante la celebración de la boda, un general ebrio brindó por el futuro hijo que nacería de esa unión como "legítimo heredero del trono". Alejandro, enfurecido, lo increpó. Filipo se dirigió para separarlos, pero a causa de la bebida tropezó y cayó al suelo. Alejandro, con desprecio, exclamó: "Macedonios, he ahí al hombre que se propone pasar de Europa al Asia y que se cae al pasar de un lecho a otro". Después de esto abandonó el palacio con su madre. Pero luego, Filipo lo perdonó y lo hizo regresar.
Al año siguiente Filipo fue asesinado durante la boda de su otra hija, Cleopatra, y Alejandro ocupó el trono, no sin antes matar a muchos miembros de la familia real y de la nobleza, de quienes desconfiaba. Tenía veinte años, era fuerte y hermoso, se veía a sí mismo como un héroe digno de hazañas aún mayores que las cantadas por Homero y, resueltamente, dominó a Grecia y marchó al Asia.

Retrato de Alejandro. Se cree que es una copia de una escultura
de Lisipo, famoso artista ante el que posó el gran conquistador.



Tres batallas que desmoronan un imperio 

Darío III, el gran rey de los persas, confió a los sátrapas, o gobernadores del Asia Menor, la defensa del territorio , Alejandro los venció junto al río Gránico en el año 334 a. de C., y avanzó hacia Gordio esperando refuerzos. Un episodio ocurrido allí revela el carácter del joven. En la ciudad había un carro de Midas, rey legendario del lugar, cuyas riendas estaban atadas. Se decía que quien lograra desatarlas sería dueño de Asia. Muchos habían intentado hacerlo sin conseguirlo, pero Alejandro desenvainó la espada y lo corto de un soló y certero tajo. Nada se podría oponer a su voluntad. 
Prosiguió luego la marcha, y en el desfiladero de Iso venció nuevamente a Darío III, quien huyó precipitadamente. La madre , la esposa y dos hijas del soberano cayeron en poder de Alejandro, quien les dio el tratamiento que les correspondía destinándoles muchos servidores.
Esta victoria le abrió el paso hacia Fenicia, Palestina y Egipto, país cuya antigua civilización lo fascinó. Fiel a su propósito de unir la cultura griega con las de Oriente, visitó el oráculo de Amón, donde fue tratado como hijo del dios y, por lo tanto, heredero de los faraones. Para completar el dominio del Mediterráneo occidental fundó en la costa la ciudad de Alejandría, que se convirtió en una de las más importantes ciudades por varios siglos.
En el año 331 a. de C., derrotó definitivamente a Darío III en la batalla de Arbelas o Gaugamela, en la Mesopotamia Asiática. Consiguió un botín extraordinario y fue proclamado "soberano de Asia".




La soledad del poder

Su maestro Aristóteles le había aconsejado "tratar a los griegos como amigos y a los bárbaros como animales y plantas", pero Alejandro no siguió esta política, sino que fundó poblaciones y colonias para establecer núcleos donde se fusionaran culturas.
Darío III, que había huido , fue muerto por Besso, un sátrapa que quería congraciarse con Alejandro, pero éste lo castigó y dio sepultura a Darío con todos los honores correspondientes a su alto rango.
Alejandro lo proclamó Gran Rey, sucesor de los Aqueménidas y se rodeó de una corte de nobles persas, lo que produjo gran disgusto entre los macedonios y los griegos que lo habían acompañado desde los primeros momentos y que ahora se veían desplazados. Se produjeron algunos movimientos que él conjuró con energía castigando a los culpables, aunque en su ofuscación cayeron algunos inocentes. Una de las fallas del carácter de Alejandro era dejarse llevar por la ira, que era casi irracional cuando bebía con exceso. En uno de esos accesos dio muerte a su amigo Clito, quien lo había salvado de una batalla, hecho que produjo gran conmoción y el alejamiento de muchos de sus partidarios, que  lo consideraban arbitrario, despótico y despiadado.
Para sellar la unión, Alejandro contrajó enlace con Roxana, hija de nobles persas; luego, con Statira, hija mayor de Darío III, y con Parisatis, joven noble. Sus oficiales y más de 10000 soldados hicieron lo mismo casándose con mujeres persas. Pero el rey vivía retraído y taciturno, desconfiando de todo lo que lo rodeaba.

La boda de Alejandro y Roxana, hija de Ossiarte, jefe de la provincia
de Sogdiana, en el extremo oriental del Imperio Persa.

Un tapiz muestra a Alejandro entrando triunfalmente en Babilonia.






El fin de la campaña

La sed de conquista y el afán de ocupar nuevos territorios no abandonaban a Alejandro, quien llegó hasta la India. Pero ante la sorpresa , las tropas se negaron a seguir adelante y, contra su voluntad, el conquistador debió regresar a Susa.
En el año 323 a. de C., estando en Babilonia, Alejandro contrajo una fiebre maligna que en término de de diez días puso fin a su existencia. Tenía solo 33 años y definitivamente, era el conquistador más joven del mundo, pero, por sobre todo, el que había fundido las antiguas culturas de Oriente con las nuevas de Occidente para lograr la unidad que cimento el mundo moderno.



Conquistas de Alejandro Magno
Fuente de la imagen

martes, 14 de febrero de 2017

Cuando una frase se hace célebre

"Calumniemos siempre, que algo queda"

Desde hace siglos, muchos autores famosos han repetido esta frase que resume, sin duda alguna, el cinismo y la maldad de algunos seres humanos . Una referencia nos la da Bacon al citarla en su tratado "De la dignidad y progreso de las Ciencias"; luego la repite Voltaire en una carta al célebre filósofo y matemático francés Nicolas Condorcet, y esa misma idea de "calumniar, calumniar siempre, que algo queda" la usa Pierre-Augustin Caron de Beaumarchais en "El barbero de Sevilla", que luego adquiere máxima popularidad cuando Rossini le pone música y se transforma en el "Aria de la calumnia". En conclusión, todos hablan mal de la calumnia, pero, ¿con qué arma, si no es con la calumnia, podrían luchar los seres inferiores?.





"La censura quiere servir, pero arruina"

Esto lo dijo en una sesión extraordinaria del Parlamento francés el vizconde François-René de Chateaubriand (1768-1848). Su vibrante discurso iba contra una ley que establecía en Francia una censura previa para la prensa, y su pensamiento en aquella oportunidad fue ampliado con esta otra frase: "Todo aquel que carece de talento busca el abrigo de la censura. ¡Pero lejos de calmar los ánimos, el silencio que obliga a la censura irrita mucho más a la opinión pública!". Una idea muy simple de expresar, pero tan difícil de entender para muchos.






"Las bayonetas no sirven para sentarse"

En la sesión de Cortes del 9 de febrero de 1870, el general y político español Juan Prim y Prats reclamaba un mayor presupuesto para armamentos, argumentando que era de gran necesidad para el sostén y la seguridad del gobierno. Fue entonces cuando don Emilio Castelar le rebatió con energía y remató su discurso con la graciosa frase del epígrafe. Graciosa, sí, pero nada más que graciosa, porque tres años más tarde, cuando Castelar pasó a formar parte del gobierno, cambió de idea y no vaciló en apoyarse en las bayonetas para defender su puesto.





"En el comer se distingue al hombre de los animales"

Después de dar una conferencia en Belle, su pueblo natal, el famoso gastrónomo, escritor y magistrado francés Jean Anthelme Brillat-Savarin accedió al requerimiento de algunos paisanos suyos que deseaban hacerle preguntas acerca del arte culinario. Solamente uno de ellos se manifestó escéptico al escuchar las respuestas, y de pronto exclamó: "¡Bah, eso de comer es fácil! ¡Si hasta los animales comen!"
"Sí -contestó Brillat-Savarin-, pero en el momento de comer es cuando se distingue al hombre de los animales. Y después de explicar con más detalles su afirmación, terminó diciendo: "Las personas que comen hasta hartarse y beben hasta la embriaguez, nunca saben qué comen ni qué beben".




domingo, 12 de febrero de 2017

La ópera

Máxima expresión de música y palabras

La conjunción de música y palabras, que ya se esbozara en las antiguas formas de la representación teatral (el drama), alcanzó su punto culminante con la aparición de la ópera. Hermosas melodías y argumentos de carácter popular son los pilares que han hecho de la ópera uno de los géneros musicales de mayor éxito, a tal punto que, a más de 300 años de su aparición, sigue gozando del favor de todos los públicos del mundo.

María Callas en "Norma" 1954
Fuente



En lo que podemos llamar prehistoria de la ópera, aparecen todas las formas antiguas del espectáculo teatral con música, siendo su primer ejemplo el "Le Jeu (juego) de Robin et Marion" de Adam de la Halle (1285). Así, tragedias, comedias, farsas, fábulas pastorales, etc. incluían fragmentos musicales. Pero se trataba, en realidad, sólo de esporádicas inserciones.
El desarrollo de la ópera en sí aparece como una de las múltiples facetas del Renacimiento. Un conjunto de intelectuales de la Florencia de los Médicis, denominado Grupo de la Camerata, se reunían en casa del Conde Bardi para discutir y evocar temas de la cultura antigua. Dedicaban especial atención al drama de la Grecia clásica, tratando de hacer revivir esa antigua forma.
Vincenzo Galilei, padre del famoso Galileo Galilei, también formaba parte de ese grupo, para el cual había rescatado varios himnos antiguos griegos y también compuesto algunas obras musicales. Tras largas y apasionadas deliberaciones, los integrantes de la Camerata decidieron componer un drama al estilo característico de los antiguos griegos. Este primer intento, obra de Peri y Caccini, fue "Dafne" y se presentó por primera vez en 1597, en forma casi privada.

Teatro La Scala de Milán, Italia, una de las salas más afamadas del mundo entero.



La primera ópera

En el año 1600, y con motivo de celebrarse la boda de María de Médicis con el rey de Francia Enrique IV, se representó en el Palacio Pitti la hoy considerada primera ópera "Eurídice", de Rinuccini y Peri, con un éxito que muy pronto llegó más allá de los estrechos límites de la ciudad. 
La ópera, espectáculo raro, costoso, aristocrático, daba así sus primeros pasos. Y fue un gran músico, Monteverdi, quien, interpretando el sentimiento de la Camerata, unió su talento, dándole a la ópera una mayor fluidez, manejando la orquesta con mayor solvencia y dejando entrever el origen de las futuras arias, esas maravillosas melodías que por la calidad y sentimiento han perdurado a través de los años. Monteverdi introdujo la obertura musical así como partes solas dedicadas a la orquesta, dándole importancia a la música, que, antes de él, estaba totalmente subordinada al texto.

Claudio Monteverdi




Nace el espectáculo a nivel popular

Hasta 1637, las óperas eran representadas para esparcimiento de la nobleza y pequeños grupos de intelectuales. Pero en ese año un singular acontecimiento hace que la ópera llegue al pueblo: Cavalli abre en Venecia el primer teatro público de ópera. Fue tal el éxito de esta idea, que al año ya funcionaban en Venecia 16 teatros. Pero esta circunstancia hizo que la ópera se adaptara al nuevo público, quien, por desconocer las antiguas raíces con el teatro griego y los idealismos de clasicismo que impulsaron a los primeros intelectuales de la Camerata, pedía un espectáculo con mayor despliegue escénico y más riqueza de coreografía y vestuario.
La tendencia de la ópera veneciana del siglo XVII (y también la de las otras ciudades donde la ópera ya reinaba: Florencia, Roma, Mantua, Bolonia, Turín, etc.) fue satisfacer las exigencias del público, las cuales no siempre estaban a la altura de aquellos que soñaron la ópera con una fuerte raíz de la mitología griega. Y así se suscitaron grandes polémicas e inclusive el público dividió sus gustos, formándose así una de las muchas discusiones denominada: La querella de los Bufones.

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Una gran batalla musical 

La llamada ópera seria, o sea, aquella cuyos temas estaban inspirados en la mitología o en la historia, pronto se vio sacudida por la aparición de la ópera bufa o cómica. Ésta, de menor vuelo literario, nació para satisfacer la demanda de distracción del público, muchas veces agobiado por pesados relatos mitológicos; se incluyeron entreactos de corte humorísticos, que muy pronto y debido a su gran éxito se convirtieron de por sí en ópera.
Las características fundamentales de la ópera bufa fueron el recitativo rápido o hablado (parlado) y los grandes finales de conjunto que tanto utilizaron Rossini, Donizetti, Bellini, Verdi y otros. La primera ópera bufa importante fue escrita por Pergolesi, "La serva padrona", y estrenada en Nápoles en 1773. Y este género conmueve al mismísimo París, cuando, en el año 1750. Jean-Jacques Rousseau escribe "Le devin du village", y se produce la gran escisión en el público los partidarios de la ópera italiana, napolitana, con su carga de humor y libertad, y los partidarios de la ópera seria o también llamada, en estos casos, ópera francesa. Dos compositores de la época toman, por así decirlo, el liderazgo en cada una de las fracciones: Gluck, por la ópera sería, y Piccinni, por la ópera bufa. Fue un verdadero combate musical, del cual salió triunfador, al menos en ese terreno y ese momento, Gluck, quien con intensidad dramática y pureza estilística derrotó a la ópera bufa. 



El maravilloso siglo XIX

El siglo XIX, pleno de romanticismo, fue el bien llamado siglo de la ópera. En la primera mitad encontramos a la ópera italiana, que triunfa gracias a Rossini ("El barbero de sevilla", 1816), Bellini ("Norma", 1831) y Donizetti (Lucía de Lammermoor", 1835).
Mientras tanto, Weber defiende en Alemania el romanticismo musical con "Euryanthe", 1823, y "El cazador furtivo", 1821. Berlioz y Meyerbeer no logran en Francia ni el éxito ni la solidez musical de los italianos.
Pero la segunda mitad del siglo XIX nos muestra a dos colosos que polarizan corrientes musicales distintas, pero geniales: Wagner y Verdi. Este desarrolló las tradiciones de la vieja ópera italiana, y aunque concedió a la orquesta un papel mucho más importante  que el asignado por los otros compositores, el llamado bel canto ocupó el lugar de honor en sus composiciones, haciendo que una gran cantidad de melodías alcanzara mucha fama. En cambio, Wagner aportó un nuevo elemento a la ópera, o sea en el principio de obra total ("Gesamtkunstwerk"), en la cual la parte de la orquesta no estaba, como en el caso anterior, supeditada a las bellas arias cantadas por un solista, un dúo o coro.

Richard Wagner (1813-1883)

Giuseppe Verdi (1813-1901)

El magnifico edificio de la Ópera de Viena, Austria.





Las grandes voces

Toda la cálida belleza de las inolvidables melodías y todo el romanticismo expresado en los argumentos de cada ópera fueron interpretados a través de los años por las grandes voces del bel canto. Y así han quedado en el recuerdo apellidos de la talla de Caruso, Gigli, Chiliapin, Schipa y magníficas intérpretes femeninas como la Malibran, Claudia Muzio, María Callas, Lily Pons, "la" Benzazoni.
Hoy, nuevas voces han heredado de ellos la maravillosa misión de continuar emocionando a todos los públicos del mundo con la eterna magia de la ópera.


Representación de "Lohengrin", famosa ópera de Richard Wagner,
quien compuso, además "Tannhäuser", "Tristán e Isolda" y
"Los maestros cantores".
Fuente de la imagen


Una escena de la ópera "Rigoletto", de Verdi, autor de "La Traviata", "El Trovador",
"Aida" y muchas otras de gran popularidad.







Esta canción no es parte de una ópera, pero me encanta y Los Tres Tenores son excelentes ♥♥♥


sábado, 11 de febrero de 2017

El tigre

El cazador solitario de la jungla


El tigre ese formidable cazador solitario de la jungla, es un gato, el primero de los grandes gatos vivientes. Pertenece a la misma familia de los domésticos atrapadores de ratones, es decir, a los félidos, y es un mamífero y un carnívoro como ellos. Resulta inconfundible por las rayas negras o pardo-negruzcas de su piel; tanto, que mamá tigre, cuando nacen los tigrecitos, no puede equivocarse: ya presentan ese rayado característico.
Si el león ha merecido el título de "rey de los animales", el tigre ostenta el de "amo y señor de los animales de Asia", porque es en ese continente donde mayor se encuentra el prototipo de la especie.
En efecto, cuando se alude al tigre-tigre se está hablando del ejemplar indio, que mide unos 90 centímetros de altura, alcanza hasta 3 metros de longitud y pesa entre 225 y 275 kilos.




El tigre y el león

A propósito de tigres y leones, estos animales no han sido nunca enemigos declarados, tal como a veces se asegura, por la sencilla razón de que unos prefieren distintos lugares para cazar y lo hacen de modo diferente.
El león busca los espacios abiertos; el tigre, las zonas boscosas, las selvas y junglas. Aquél no puede ver bien a sus presas en sitios cubiertos de hierbas o vegetación; ésta se maneja cómodamente en zonas bambúes y matorrales tupidos. El león, finalmente, caza "en equipo", en compañía de otros congéneres, y el tigre lo hace solo, rara vez con un acompañante.
En resumen el león es dorado y "social" porque se mueve en lugares abiertos; el tigre es rayado y solitario porque se desplaza en sitios cubiertos.

Las diferencias constitucionales profundas entre el tigre y el león son
mínimas. Por eso, si se quitaran la piel sería muy difícil distinguir
a uno de otro.



El camuflaje de las rayas

Las rayas de la piel convierten al tigre en un animal invisible o difícil de ver. Le dibujaban (aparte de la belleza que le dan) un contorno camuflado. A pocos pasos de un hombre, sin que éste pueda notarlo, un tigre inmóvil puede esperar el momento oportuno para saltar sobre él. Las ramas se confunden con las rayas asimétricas y no hay ojo que logre avistar al terrible cazador. 
Además, la cara del animal resulta a propósito para que pase inadvertido en el claroscuro de la jungla. Se combinan en ella el amarillo, el blanco y el negro en un insólito dibujo.
Sólo por el olfato pueden detectarlo sus presas, pero para ello hace falta la complicidad del viento, que en un súbito cambio favorezca al inocente acechado.

Tigre camuflado entre la hierba alta.
Fuente



Cómo caza el tigre

El tigre es un animal depredador, o sea que pertenece al grupo de aquellos que como el león, poseen un cuerpo adaptado a la caza de animales fitófagos (que se alimentan de vegetales). Ciervos y jabalíes, antílopes y roedores, sin excluir al ganado que el hombre cría, y aun éste mismo, figuran entre sus presas predilectas.
Para atraparlas se vale de su finísimo oído, que le avisa con infalibilidad el lugar donde se encuentran. Después avanza sigiloso como un fantasma. Cuando las ha divisado, se queda inmóvil. Entonces "estudia" el camino que va a seguir en su acecho final, hasta colocarse cerca de la víctima. Y corre. Corre (no salta, como se cree) y la derriba. Con una de las zarpas delanteras sujeta el morro de la presa y le dobla el cuello hacia atrás, mientras le muerde la garganta. La "técnica" es infalible.
Una característica del tigre como depredador es que no se ha visto obligado a sacrificar peso para cazar a la carrera. Por eso puede ser muy corpulento y tener bien desarrollados los miembros anteriores. Como cazador sólo corre un corto trecho: el que precede a la caída sobre la victima.

Tigre cazando.




Una comida en tres tiempos 

Obtenida la presa, el tigre la arrastra hasta un lugar apartado y bien cubierto. Allí se da el primer banquete, devorando sólo los cuartos traseros del animal. Hecho esto, se aleja satisfecho. 
Vuelve a la noche siguiente a devorar el cuerpo y las extremidades anteriores de la víctima. Come entonces con cautela, como si supiera que ya se le esta acabando el bocado. Regresa una tercera noche a dar cuenta del resto, y no deja nada.
Después de cada comida, el temido monarca duerme, busca los sitios ocultos, preferentemente cerca del agua, de la que bebe y en la que se baña con deleite. Y antes de volver a las excursiones nocturnas, descansa durante el día, eligiendo la sombra porque no le gusta el sol. El tigre caza generalmente solo, y come, también, generalmente, solo.




Mamá tigre y sus cachorros

Cuando va a formarse una pareja de tigres, al llegar la época de la procreación, la hembra sale en busca del compañero. Una vez que lo ha encontrado, permanecen juntos hasta tres meses. Para entonces ya habrán nacido los tres o cuatro cachorros que generalmente engendra la pareja, y en la madre pesará toda la responsabilidad de la crianza. Los tigrecitos nacen ciegos y abren los ojos a los catorce días. Se alimentan con leche materna hasta el mes y medio de vida. Después, ¡a aprender lo que sabe un tigre que se precia!
El aprendizaje comienza con las lecciones de caza, a cargo de mamá tigre. Ésta toma la iniciativa para alentarlos y es la única vez en que cazarán en grupo, ya que después lo harán solos.

Los tigrecitos nacen ciegos y abren los ojos a los 14 días. La mamá los cuida
con mucho cariño y les da las primeras nociones de caza.


Cachorros de tigre




De dónde proviene el tigre

Si bien es cierto que el modelo de tigre es indio y se considera a la India como su reino natural, el gran félido no es originario de sus selvas y bosques. Proviene del norte de Siberia, donde apareció en una época remotísima, cuando el clima siberiano era benigno. Pero el período glacial que atravesó la Tierra lo obligó, primero, a adaptarse al frió (es el ejemplar sobreviviente de aquellas comarcas heladas) y, después, a emigrar hacia el sur, contorneando los montes Himalaya y las estepas y desiertos del centro del continente asiático. El tigre que marchó hacia el oeste alcanzó las laderas orientales del Cáucaso, desde donde descendió a Persia y Afganistán. Por su parte, el que se dirigió hacia el Oriente, avanzó por Manchuria y llegó al sur de Corea, China e Indochina. Y esta corriente fue la privilegiada para su desarrollo posterior porque, torciendo hacia el oeste, penetró en la India, a través de la Malasia y Birmania, para alcanzar su paraíso en la península indostánica, donde se da en mayor cantidad.



Las ocho razas

El tigre sufrió adaptaciones según las regiones en las que debía permanecer al detener su migración obligada. Adquirió diferentes formas, tallas y colores. Esto ha hecho que los zoólogos distingan en la actualidad ocho razas, desde los enormes tigres peludos de Siberia hasta los pequeños y oscuros de la isla de Bali, pasando por los de Mongolia, Persia, India, China, Sumatra y Java.
Las famosas rayas del tigre aparecen según las razas sobre un fondo de color que va desde el crema pálido hasta el rojizo amarillento, no faltando la rareza del tigre blanco, hermoso ejemplar con rayas grisáceas o de color carbón, con ojos azul-verdosos.

¿Tigres blancos? Si, estos curiosos ejemplares se encuentran en mayor cantidad en la India
y se caracterizan por tener la piel de fondo blanco con rayas grisáceas o de color carbón.



Tigre blanco y su cachorro

viernes, 10 de febrero de 2017

De la vida misma

Una respuesta de Bernard Shaw

Además de ser un brillante comediógrafo, profundo y temido crítico musical y cáustico escritor, George Bernard Shaw era un hombre de mal genio y, además, de ágiles y a menudo hirientes respuestas. No le gustaban las reuniones de ningún tipo, y eludía constantemente las pseudoliterarias que solían organizar las damas ociosas de Londres. No obstante, muchas de esas señoras hacían caso omiso a los desplantes de Shaw y continuaban invitándolo. 
En una oportunidad, estando Bernard Shaw entregado a la terminación de una obra de teatro (cosa que solía ponerlo de peor humor que de costumbre), llamó a la puerta de su casa un criado que portaba una esquela. Shaw abrió el sobre y en el papel pudo leer lo siguiente:
"Lady X (aquí el nombre de una importante señora) comunica al señor George Bernard Shaw que permanecerá en su residencia desde las 7 pm. en adelante."
Ni corto ni perezoso, el escritor garrapateó una respuesta en el mismo papel y se la entregó al criado para que se la llevara a su señora. Cuando Lady X leyó la respuesta, quedó muda de asombro. Decía: "George Bernard Shaw también."



George Bernard Shaw

En el verde mundo de las plantas

Las plantas cumplen 2 mil millones de años. Los primeros ejemplares no se parecen
a lo que comúnmente llamamos plantas y eran microscópicos.
 Entre los vegetales más antiguos se encuentran los helechos.



Las plantas terrestres existen desde hace millones de años. Pero sólo cuando el hombre del período neolítico, en el Oriente Medio, descubrió hace unos 10.000 años ciertas hierbas que podía cosechar, y plantó sus semillas, sólo entonces se dio el primer paso para su conocimiento. A ese saber utilitario siguió uno más desinteresado, nacido de la curiosidad, y uno y otro dieron por resultado la aparición de la Botánica, ciencia que muchos, muchísimos siglos después -en el siglo XVIII, para ser más precisos-, comenzaría a ocuparse principalmente de catalogar y nombrar las plantas.



Monótonamente verde

Pero, ¿cuándo comenzaron a desarrollarse las plantas terrestres? Aparecieron, según los restos fósiles más antiguos, hace unos 420 millones de años. A lo largo de las costas y en regiones húmedas de un mapa de la Tierra que no podemos precisar, existía una vegetación bien desarrollada hace 390 millones de años. Estaba constituida por las llamadas plantas vasculares (con sistemas de tuberías internas), que se reproducían por esporas microscópicas a falta de flores. Fueron los helechos como árboles y las gigantescas licopodiáceas.
El mundo era monótonamente verde porque las plantas no habían "inventado" los colores de los pétalos.



Exploradores botánicos 

Para asomarnos al mundo verde y colorido que nos rodea y convertirnos en exploradores botánicos, nos bastan nuestros sentidos. Todos nuestros sentidos. Cuando pasamos junto a una planta, miramos; pero también podemos olerla (y así lo hacemos a veces), y aun desmenuzarla, sintiéndola al tacto, ¡y hasta la degustamos!
Contra la creencia del peligro de las plantas venenosas hay que decir que muy pocas los son, y esto en el caso de que se mastiquen y traguen (las setas, por ejemplo). Son, sí, amargas, pero esto se contrarresta pasando la lengua por el borde de la hoja o tallo cortados.
La menta se reconoce por el olor. El anís por el olor y el gusto, los mismo que el apio. Si se desmenuzan hojas de cerezo silvestre se comprobará que, transcurrido un momento, se huele el tipico olor de las almendras amargas, olor liberado por un proceso químico en la hoja. Pero es el sentido de la vista, seguramente, al mejor auxiliar.



La clasificación de Linneo

De su inteligencia y sus ojos se valió Linneo,el gran botánico sueco del siglo XVIII, para legarnos una clasificación de los vegetales que todavía utilizamos. Comprobó que el número de estambres de una flor es igual para el mismo tipo de plantas. Por ejemplo: toda flor de la familia de los narcisos y toda flor de las de la flor de lis (amarilidáceas) poseen seis estambres, y toda flor de las de la familia de verbena (verbenáceas), cuatro, y toda flor de las de la familia de los lirios (iridáceas), tres. Y siempre así. Pero el perspicaz naturalista dio cuenta en seguida que su método de identificación no era "natural". Las plantas con el mismo número de estambres resultaban las menos íntimamente relacionadas entre si, o al revés.
Un nuevo ejemplo aclarará lo anterior. La menta, ya citada, con su fuerte olor, sus hojas opuestas, su tallo cuadrado, su flor bilabiada y sus cuatro estambres, está muy emparentada con la salvia, que comparte todas esas características... ¡y tiene dos estambres!
Un modo más natural es el de clasificar las plantas por su ascendencia y desarrollo evolutivo. Y éste es el sistema generalmente aceptado hoy día, aunque para la descripción externa y otros caracteres siga usándose el de Linneo.
Planta de menta




El botánico sueco Carl Linneo, que efectuó la clasificación que
aún se mantiene.  



A partir de las algas

Se da por sentado que las plantas más sencillas productoras de oxígeno son las algas. Las hay verde-azuladas, organismos diminutos que se desarrollan en agua dulce y fornan esa espuma verde oscura en los estanques; las hay verdes, de agua dulce y salada, que aparecen flotando o adheridas a cualquier materia; las hay de color pardo  a las que pertenece el gigante Macrocystis pyrifera, la mayor alga marina que se conoce, y las hay, finalmente, rojas, que habitan también en el mar.
Y aquí aparecen seres, como el Volvox, colonia de células verdes flageladas, que son algas pluricelulares, a diferencia de las anteriormente citadas, que los zoólogos consideran animales y los botánicos vegetales.
Los líquenes constituyen también, como las algas, un notable grupo de plantas primitivas. Forman costras de color sobre la superficie de las rocas o aparecen recubriendo la corteza de los árboles. Son, en verdad, dos plantas distintas; una alga y un hongo. Constituyen una asociación en la cual el alga facilita energía procedente de la luz solar para el "socio" que provee alimento mineral.

Macrocystis pyrifera, es una alga parda gigante que habita en la costa del
Pacífico de América del Norte, así como en las costas de los mares del sur,
 en América del Sur, Sudáfrica, Australia y Nueva Zelanda.



Plantas con semillas

Al hablar de algas, líquenes y hongos parece que no estuviéramos hablando de plantas o, al menos, de lo que entendemos por ellas: árboles, arbustos y hierbas.
Cuando surgieron los helechos gigantescos a que hemos hecho alusión, dijimos que las flores no habían aparecido sobre la superficie terrestre.
Fue necesario que las plantas "comprendieran" que las esporas de que se valían para reproducirse eran ineficaces para que comenzaran a elaborar la semilla o recipiente con buena provisión de alimento para la planta joven. Cuándo ocurrió esto, no lo sabemos. Pero las primeras plantas con semillas que han sobrevivido son las coníferas, que estaban tan bien adaptadas a las condiciones de la Tierra con esa "invención", que en sus 300 millones de años de existencia apenas si han experimentado cambios en su evolución.
Tuvieron que transcurrir unos 150 millones de años más desde este hecho para que aparecieran las primeras fanerógamas o plantas con flores.

Las coníferas fueron las primeras plantas que se reprodujeron por medio de
semillas. Fueron un triunfo de la evolución, pues se encuentran en gran número
en diversas regiones del planeta. En la imagen de la derecha: Piñas de abeto. 



La aparición de la flor

El pino, que es una conífera nos servirá de ejemplo para la transición a la flor, ha elaborado una piña para hacer posible la semilla. La tal piña no es otra cosa que una serie de hojas o brácteas especializadas, que permiten la fecundación de la macrospora, que será la semilla origen de la nueva planta.
El cambio fundamental se produjo cuando aparecieron en escena los insectos, y las plantas comenzaron a desarrollar gran cantidad de flores para atraerlos, ya que ellos resultaron decisivos para el acarreo del polen, y, por tanto, para la fecundación.
Ya ante las fanerógamas (insistimos: las que tienen flor), la clasificación atiende al modo en que están colocadas las semillas. Si están ocultas, reciben el nombre de gimnospermas; si el proceso de reproducción se hace visible (flores, polinizacion, fruto), el de angiospermas. Estas se dividen en dicotiledóneas y monocotiledóneas, según la semilla se componga de dos mitades, como en la alubia o poroto, o se forme una sola masa que almacena el alimento, como el arroz.


Clasificación del reino vegetal.
Clasificar las 375 mil especies de plantas vivientes es una tarea muy compleja
y se han propuesto diversas clasificaciones, La que aparece aquí deriva de la
creada por Linneo. Las criptógamas son plantas sin flores y con reproducción
oculta. A ellas pertenecen las talofitas (bacterias, algas, hongos y líquenes),
briofitas (musgos), y pteridofitas (helechos). Las fanerógamas o plantas con
flores comprenden 250.450 especies.


miércoles, 1 de febrero de 2017

¿Qué son los calambres?

Un movimiento brusco, súbito y enérgico, el ejercicio excesivo o una incorrecta
posición de las extremidades son las causas frecuentes de calambres.




Molestos síntomas dolorosos, provocados por la contracción intensa y sostenida de algún músculo y que pueden sobrevenir en el curso de un violento ejercicio o en pleno reposo nocturno. Padecimiento bastante común y preocupación de muchas personas adultas y jóvenes, trataremos de comprender cómo y por qué se producen.



Funcionamiento neuromuscular

Las órdenes para el movimiento nacen en la corteza cerebral; específicamente conscientes, como el querer asir algún objeto, o automáticas, como el juego de movimientos para la marcha.
Son transmitidas a lo largo de vías nerviosas que discurren por todos los segmentos del sistema nervioso central hasta conectarse, en la última estación, con la célula llamada motora de la médula espinal, que se aloja en su asta anterior; desde ésta parte el nervio que dirige las contradicciones del músculo estriado y voluntario.
Las fibras del nervio motor se introducen en las fibras musculares por una zona especial llamada placa motora, a través de la cual la orden nerviosa se transforma en acortamiento de la fibra muscular, es decir, en contracción. Este delicado mecanismo puede verse alterado por causas que afectan la conducción del impulso nervioso en la neurona motora, por facilitación o impedimento en la placa motora o por fenómenos propios de la fibra muscular.




Tetanización (Causa muscular)

Cuando los trenes de ondas nerviosas que transmite la neurona motora son excesivos y el trabajo del músculo llega al límite de su capacidad, se contractura, es decir, se endurece, pierde la posibilidad de relajarse y se produce dolor. Se dice que se ha tetanizado; para quien lo padece, se le ha producido un calambre.
El mecanismo del dolor es un tanto discutido, pues podría ser provocado por la enorme presión a que están expuestos los receptores de posiciones (propioceptivos) que tiene el músculo o las articulaciones adyacentes; podría deberse a excesiva cantidad de sustancias residuales de la producción de energía necesaria para esa contractura (sustancias P: de pain = dolor, en inglés), o podría ser causado por la relativa falta de oxígeno local consumido durante el enérgico ejercicio, es decir, por la anoxia muscular.



¿Cuándo se producen los calambres? 

Un movimiento brusco, súbito y enérgico o una posición desusada de las extremidades pueden producir el calambre de la pantorrilla o el muslo.
El ejercicio excesivo, como la carrera, el salto atlético , la natación, o la práctica de un deporte por tiempos demasiado prolongados provocan frecuentemente calambre o predisponen a que, por la noche, al iniciar el reposo en cama, el solo hecho de un pequeño movimiento brusco de los dedos de los pies o tobillos desate el calambre sobre los músculos cansados. Igual origen tiene el que se le produce a quien camina mucho por su trabajo o al ama de casa el día que sale de compras.
Por supuesto, estos fenómenos no son privativos de las piernas, ya que también pueden ocurrir en los brazos, en la espalda o en el cuello, según el tipo de actividad desarrollada.
Toda actividad que provoque profusa transpiración, como el trabajo al Sol, en las minas, cerca de hornos, etc., significa pérdida de agua y sales (como el sodio); si se repara tomando agua únicamente, al poco tiempo comienza a padecerse calambres en las extremidades y en la pared del abdomen (calambres de los mineros) por trastornos, llamados electrolíticos (es decir, falta relativa de algunas sales), que afectan la conducción en la placa motora.
Los vómitos intensos, las diarreas profusas en el curso del cólera, de infecciones gastrointestinales o de la hepatitis y los síndromes de mala absorción intestinal (enfermedad celíaca, enteritis regional) se acompañan de calambres por la pérdida de sales que acarrean.
El raquitismo en los niños o el hipoparatiroidismo, como cuando la glándula paratiroides ha sido extirpada accidentalmente en el curso de la operación del bocio, cursan con hipocalcemia (bajo tenor de calcio en la sangre), que se manifiesta principalmente por calambres. Parecido cuadro de hipocalcemia, pero relativa (sólo se pierde el calcio ionizado de la sangre), tienen la hiperventilación pulmonar durante la respiración agitada o la ingestión excesiva de sustancias alcalinas (antiácidos para la gastritis o las úlceras de estómago y dietas vegetarianas exclusivas). Como en la realidad la base del mecanismo de los calambres es la hiperexcitabilidad de la neurona motora o de las fibras musculares, y la disminución de oxigeno aumenta la excitabilidad de ambas, los pacientes que padecen afecciones de las arterias de los miembros que dificultan la llegada de sangre se acompañan de calambres, arteriosclerosis, arteritis obliterantes, arteritis diabéticas, etc. Asimismo, las afecciones degenerativas del sistema nervioso y, en especial, de los nervios periféricos tienen como síntoma obligado el calambre; tal, por ejemplo, la polineuritis de los alcohólicos.
En casi todos estos casos, el paciente, al desarrollar una actividad como la marcha, en cierto momento debe detenerse por el dolor y calambre: al cabo de un tiempo mejora y puede reanudar la actividad durante otro lapso, repitiéndose el proceso; por esa causa ha sido llamada claudicación intermitente.



¿Qué hacer frente a los calambres?

Para los casos habituales por excesivo ejercicio, el descanso conveniente, los masajes suaves que activan la circulación  y algún sedante músculo-relajante son los procedimientos mas indicados.
Aquellos que se deben a excesiva sudoración o diarreas pueden ser evitados con la ingestión de agua y sales bajo forma de caldos o leche, a la vez que de la manera más adecuada se combaten sus causas.
La medicina posee hoy en día excelentes métodos para actuar sobre los vómitos y sobre las enfermedades que provocan desórdenes digestivos. También la cirugía puede actuar eficazmente, restableciendo la circulación deficitaria de las piernas, en muchos casos de reducción del calibre arterial, por medio del reemplazo de los vasos comprometidos.