viernes, 24 de marzo de 2017

Los mamíferos

Los dueños de la tierra

Los animales mamíferos, grupo al cual pertenece el propio ser humano, junto con las aves, poseen el actual dominio de la Tierra. La clase está formada por tres subclases: prototerios, metaterios y euterios. Todas ellas, sin embargo, poseen dos características comunes: el pelaje  y la alimentación láctea de sus crías durante los primeros meses de vida.
Estas subclases representan progresos sucesivos de los mecanismos de adaptación y desarrollo, y cada una de ellas se encuentra en un grado evolutivo diferente en la escala zoológica. La de los euterios es la más evolucionada: las otras dos, no tan bien adaptadas, han sobrevivido, algunas de sus especies, gracias a mecanismos de aislamiento o por falta de competidores.

El orangután, nombre que en lengua malaya significa "hombre
de la selva", es un mono que vive en la espesura de Sumatra y
Borneo. Las hembras cuidan tiernamente a sus crías.

El loris es un prosimio, es decir uno de los mamíferos más antiguos que se
 conocen. Vive en la India y Ceilán (actual Sri Lanka).




Raros mamíferos que se reproducen por huevos

Los menos evolucionados pertenecen a la subclase de los prototerios, representados por un solo orden: los monotremas. Dichos animales son ovíparos, es decir que se reproducen por huevos, como las aves y los reptiles, pero una vez producido el nacimiento de las crías, las madres las alimentan con leche.
El representante más conocido de este tipo es el ornitorrinco, curioso animal con boca en forma de pico de pato y vida acuática en los ríos y lagunas del sudeste de Australia y Tasmania y que, a su vez es el único mamífero ponzoñoso que existe, ya que a través de un aguijón que posee en sus patas delanteras es capaz de inocular un veneno irritante. La otra familia es la de los equinodermos, animales de aspecto similar al de un puercoespín, llamados equidna, excavadores de cuevas que viven en la misma región que los anteriores y que se alimentan de hormigas.

Ornitorrinco




Un progreso en la evolución de los mamíferos

La clase de los metaterios, cuyos únicos representantes son el orden de los marsupiales, está constituida por mamíferos ovovivíparos, pues se desarrollan en una formación parecida a un huevo, pero en el vientre materno y al nacer se hallan en un estado poco avanzado y deben terminar su gestación dentro de la bolsa marsupial, apropiado repliegue de piel que puede encontrarse, según las especies, en la pared abdominal o en la espalda de las hembras; dicha pared posee mamilas que segregan leche y a las que se prende el recién nacido hasta completar su total desarrollo. Existen varios grupos dentro de este orden que ocupan casi todas las formas de vida terrestres; los más conocidos son el canguro, el simpático koala, los topos marsupiales, el demonio de Tasmania, y otros.

El canguro pertenece al orden de los marsupiales, porque las crías completan su
desarrollo en la bolsa o marsupio. 
El demonio de Tasmania ya se encuentra en peligro de extinción.





Continúa el progreso 

La clase de los euterios es la más evolucionada; sus representantes son vivíparos, es decir que sus crías completan su desarrollo dentro de un órgano especial, el útero, ubicado en el vientre de las hembras, y gracias a una formación especial, la placenta, que las nutre hasta el momento de nacer, en que ya se hallan totalmente formadas, pero deben ser cuidadas y alimentadas con leche por su madre hasta que puedan valerse por sí mismas. Numerosos órdenes componen esta clase, que han dominado todos los hábitat de la Tierra, inclusive el mar y la vida aérea. A estos animales pertenecen los gatos y perros, así como los elefantes, osos, ardillas, leones, hipopótamos, etcétera.

El oso polar u oso blanco es el más grande de los osos vivientes. Alcanza 3
metros de largo y 1500 kilos de peso.

Desde épocas prehistóricas, en que fue domesticado, el caballo es uno de los
mamíferos que mayores servicios han prestado al hombre.

En las sabanas y bosques de África y Asia habita el leopardo, carnívoro muy
feroz pero poco valiente.

El caracal es una variedad de lince adaptado para vivir en las estepas y desiertos
del continente africano y de la región del Asia occidental.




Un interrogante

¿Por qué prevalecieron los mamíferos placentarios, relegando a las otras dos subclases? Los conocimientos paleontológicos actuales nos demuestran que tanto los marsupiales como los placentarios comenzaron su evolución aproximadamente al mismo tiempo, aunque en regiones separadas. Cabe destacar que tanto unos como otros se alimentan de idéntica manera; en cada subclase encontramos grupos herbívoros, carnívoros, insectívoros, etc., es decir que cada uno tiene su equivalente en la otra subclase, en cuanto a la importante función ecológica que cumple en la zona que habita.

1. Adaptaciones del pie de los mamíferos. El elefante posee una almohadilla
elástica; el caballo, ungulado, tiene pezuña córnea, y el perro, carnívoro, posee
pequeñas almohadillas callosas debajo de la planta del pie.

2.El caballo se apoya sobre una pezuña, el león es digitígrado y sólo los dedos se
apoyan en el suelo, y el oso es plantígrado, pues apoya toda la planta del pie.

3.De izquierda a derecha, gráfico de la mandíbula de un carnívoro, de un omnívoro
y de un herbívoro.



Variedad de mamíferos

Los marsupiales no poseen equivalentes con los quirópteros, mamíferos placentarios voladores (murciélagos, vampiros) ni con los cetáceos, sirenios o pinnípedos marinos; los dos primeros viven y se desarrollan en el mar, el delfín, la ballena); el último grupo se desarrolla en la tierra, pero pasa la mayor parte de su vida en el mar (la foca, el lobo marino, la morsa). Y mucho menos pudieron llegar a tener equivalentes con el grado de evolución que alcanzó el orden de los primates, animales que poseen manos con el pulgar oponente, y dentro del cual se encuentran  los monos y también el hombre.

El murciélago es el único mamífero que vuela.
El delfín es un mamífero cetáceo muy inteligente y, por eso, muy fácil de domesticar.

León marino, mamífero adaptado para vivir en los mares fríos.





¿Por qué sobrevivieron también los menos evolucionados?

El primero en tratar de explicar este fenómeno fue el naturista inglés Alfred Wallace, quien, en 1854, realizó un viaje por Asia y Oceanía. Creyó que los mamíferos de Australia en su totalidad marsupiales, siendo de más imperfecto desarrollo y menos hábiles que los mamíferos placentarios asiáticos, no podrían sobrevivir en competencia directa con éstos; supuso entonces que Australia y las islas adyacentes se despidieron del continente antes que los mamíferos asiáticos pudieran haberse extendido. Cuando escribió acerca de este problema, trazó en el globo terrestre una línea divisora: la llamada línea Wallace, que separa a ambos grupos de mamíferos.
En América del Sur ambos tipos evolucionaron en el mismo continente, pero los marsupiales sudamericanos tuvieron la suerte de ser únicos en su hábitat; quiere decir que no existieron mamíferos placentarios de similares formas de alimentación que pudieran haber competido con ellos en la obtención de alimentos y, por lo tanto, haberlos reemplazado en los lugares que aún hoy los encontramos.





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