domingo, 29 de noviembre de 2015

Cuando una frase se hace célebre

¡Temo al hombre de un solo libro!

Esta frase, que se atribuye a Santo Tomás de Aquino, indica con claridad las dificultades y los riesgos que hay que afrontar cuando se trata de polemizar con quienes tienen una cantidad muy limitada de conocimientos y carecen, lógicamente, de ideas para aceptar o rebatir otras ideas. Claro está que si es temible el hombre de un solo libro, también puede serlo el que maneja muchos sin discernimiento, y de ahí viene, seguramente, aquello de que los extremos son malos.


Santo Tomás de Aquino.

¡Lo he hallado! 

Cuéntase que allá por el siglo III (a. de C.) un rey de Siracusa llamado Hieron sospechó que su joyero no había utilizado oro puro en la confección de una corona, y entonces encomendó al geómetra Arquímedes para que averiguase si se habían mezclado otros metales en la obra realizada. Durante un tiempo el sabio estudió el asunto, sin hallar solución alguna, hasta que un día, mientras estaba en el baño, observó que sus piernas perdían gran parte de su peso dentro del agua y que podía levantarlas con mayor facilidad. Aquel detalle le permitió descubrir lo que después se conoció como "el principio de Arquímides", es decir: "Todo cuerpo bañado en un fluido pierde una parte de su peso igual al peso del volumen de aquel fluido que desaloja". Entusiasmado por el hallazgo, salió del baño y echó a correr por las calles, gritando su famosa "Eureka" ("¡Lo he hallado!") 


Arquímedes

"Lloras como mujer lo que no supiste defender como hombre"

Se llamaba Abdala-Ibn Dalkin, y se le conocía también por los nombres de Boabdil el Chico o el Zogoibi (el Infortunado). En 1487, después de destronar a su padre, se apoderó de Granada -último baluarte de los moros en España- y juró defenderla hasta morir, pero luego de alguna resistencia rindió aquella fortaleza en 1491. Yendo por el camino de Andarax, en un lugar que luego se llamó "El suspiro del Moro", dicen que Boabdil estalló en sollozos al contemplar la ciudad que había sido escenario de su grandeza. Entonces su madre le dijo "Lloras como mujer lo que no supiste defender como hombre", palabras que a menudo se recuerdan cuando alguien lamenta las consecuencias de alguna resolución cobarde.


Boabdil el Chico

"Perdí el día..."

"Delicias del género humano" fue el halagüeño sobrenombre que los romanos pusieron a su emperador Tito (Flavio Sabino Vespasiano), quien tanto se preocupaba por realizar buenas obras y aliviar el padecimiento de sus semejantes, que si al término de una jornada no había cumplido alguna acción meritoria se reprochaba con tristeza: "Perdí el día...". Su reinado duró dos años -entre el 79 y el 81 de nuestra era-, y el corto lapso confirma una vez más la verdad del viejo refrán: "Lo bueno dura poco".


Emperador Tito

Vitamina D: Para que los huesos no se ablanden.

Los huesos, que normalmente son fuertes, duros y resistentes, pueden ablandarse y ceder ante el peso del cuerpo y la tensión de los músculos, provocando el raquitismo en los niños y la osteomalacia en los adultos. Ambos procesos consisten en profundos trastornos del metabolismo del calcio que provocan deformaciones óseas: se ensanchan las cabezas de los huesos largos, cuyos cuerpos se curvan, y se ablandan los huesos del cráneo. En los chicos, el tórax adquiere la forma de quilla del pecho de las aves y se abultan las articulaciones de las costillas, constituyendo el llamado "rosario raquítico". En los adultos, por lo común se aplana la pelvis y se curvan las piernas.


Un poco de historia

El raquitismo es tan viejo como la humanidad, ya que sus consecuencias se han podido detectar en los restos de fósiles de los hombres prehistóricos de Cro-Magnon y en las momias egipcias. Sin embargo, sólo fue reconocido como entidad clínica definida por el médico inglés de Oxford, Daniel Whistler, hacia 1645. Los navegantes de los siglos XV y XVI, conquistadores de nuevos continentes, lo padecieron, y hacia el siglo XVIII, otro médico inglés, Thomas Percival, empezó a combatirlo al descubrir las propiedades curativas del aceite de hígado de bacalao, que mezclaba con la menta piperita para disimular su sabor desagradable.
La época de las vitaminas comienza con el descubrimiento de la vitamina A por McCollum en 1913; en 1919, sir Edward Mellanby sospecha la existencia de otra, cuya ausencia provoca lesiones óseas, pero es Harry Steenbock quien la aísla definitivamente. Al propio tiempo un médico vienés, R. Huldshinky, demuestra claramente que los chicos expuestos al Sol no sufren raquitismo y consigue curar a pequeños enfermos mediante la exposición directa y prolongada a la luz solar o a los rayos ultravioleta.


De izquierda a derecha:
Daniel Whistler, Thomas Percival, Edward Mellanby y Harry Steenbock.


La vitamina D

En 1927, Windaus descubrió en los aceites vegetales y en el germen de trigo un componente, el ergosterol que, activado con los rayos solares, se transforma en vitamina D. El estudio, el aislamiento y la purificación de esta sustancia llevaron a compuestos cada vez más activos, y en 1932 se aísla la vitamina D2 y en 1937, la vitamina D3.


Mecanismos de acción 

Gracias a la introducción de radioisótopos en la investigación biológica, que a permitido marcar con moléculas radioactivas (es decir emisoras de rayos) a la vitamina D, facilitando su seguimiento por todas las partes del cuerpo con instrumentos adecuados, se ha podido aclarar cómo, luego de formada en la piel por defecto de los rayos solares, se transforma en el hígado en vitamina D3 (cuya sigla química es 25-OH-D3), sustancia muy activa que, sin embargo, debe pasar por el riñón para sufrir una transformación, con la colaboración de la hormona paratiroidea, y que los químicos denominaron 1,25-(OH) 2 - D3, siendo en definitiva la que actúa regulando la fijación del calcio en los huesos.
Esta acción se hace en presencia de moléculas de fosfatos de la sangre y manteniéndose constante la cantidad de calcio de la misma en 10 mg/ 100 ml.
De esta manera, el calcio se fija a la matriz proteica de las células óseas en forma de una sal fosfocálcica de apatita (hidroxiapatita: Ca. 5 - [PO4 - OH]).

¿Por qué persiste el raquitismo?

Si hay un conocimiento tan claro y profundo del mecanismo de acción de la vitamina D, de los efectos del Sol, ¿cómo puede haber aún niños o adultos que lo padezcan? Y, más aún, ¿por qué aumenta su incidencia?
Las causas parecen ser varias. El ser humano de nuestros días va, en casi todas las latitudes del mundo, mucho más cubierto de ropa que antaño, y si bien ésta abriga, protege del viento, resguarda la piel de las inclemencias térmicas y aun le evita probables quemaduras solares, precisamente impide que lleguen a extensas zonas de ella los beneficiosos rayos ultravioleta, que activan la porvitamina D de la piel transformándola en ergosterol (D1). De allí que sea más común el raquitismo en los niños de clases sociales más elevadas, excesivamente protegidos y habitantes de grandes ciudades.
Otra causa de importancia creciente es la contaminación de la atmósfera por el humo, el hollín y polvo, los gases de la combustión de los motores de los grandes aviones de turbina o de los cohetes que surcan el espacio; estos materiales, si bien dejan pasar la luz visible del espectro solar, detienen los importantes rayos ultravioleta, disminuyendo las posibilidades de exposición a ellos. Un último factor no despreciable lo constituye, las formas de preparación y acondicionamiento de los alimentos de nuestra automatizada sociedad, que al triturarlos, prococerlos o esterilizarlos les disminuye considerablemente su tenor vitamínico.


¿Cómo evitar el raquitismo?

Fundamentalmente, en las épocas de máximo crecimiento de los niños, desde que son lactantes hasta que llegan a la pubertad , y durante el embarazo y lactancia de las madres , debe prescribirse una dieta que contenga leche, queso, manteca, vísceras (principalmente hígado y riñón), pescado (arenques, sardinas, atún, salmón), aceites vegetales, germen de trigo, etc.
La otra medida de capital importancia es llevar una vida al aire libre y al Sol; sobre todo, en las épocas propicias de primavera y verano es conveniente exponer la mayor cantidad de piel posible a sus beneficiosos rayos*.
Por último , la administración profiláctica, en las edades y épocas criticas, de preparados de vitamina D en dosis de 500 a 1000 unidades diarias y el consumo de alimentos llamados irradiados, es decir: leche, queso, crema o manteca, sometidos a irradiación ultravioleta, para enriquecerlos de vitamina D activa.


Alimentos con vitamina D.




Mafalda tomando Sol.

*En verano se debe evitar el sol desde las 11hs hasta las 16hs, porque es muy fuerte.

viernes, 27 de noviembre de 2015

De la vida misma

Inevitable colaboración 

En el año 493 a. de C., según cuenta la tradición romana, los soldados romanos plebeyos, descontentos con los gobernantes patricios, al regresar de una campaña militar victoriosa se negaron a volver a sus hogares y se instalaron en el monte Sacro. Los patricios necesitaban de los plebeyos para formar un ejército y hacer frente a los numerosos enemigos. El Senado comisionó a un influyente personaje llamado Menenio Agripa para que hablara con los plebeyos. Y él les contestó lo siguiente: "En cierta ocasión, los miembros del cuerpo humano, cansados de trabajar en beneficio del estómago, cuya holgazanería los irritaba, resolvieron cesar en su actividad para castigar con el hambre al que ellos consideraban ocioso. Pero muy pronto los miembros se sintieron agotados y comprendieron que la pereza del estómago era más aparente que real, pues si bien ellos eran quienes entregaban alimentos, el estómago se encargaba de asimilarlos, con lo que proporcionaba energía vital a todo el organismo. Plebeyos y patricios -concluyó Menenio Agripa, convenciendo a los rebeldes- son como los miembros y el estómago: dos partes de un mismo organismo, sin cuya mutua colaboración no podrían existir la salud ni la fuerza de Roma que será la dueña del mundo". 



jueves, 26 de noviembre de 2015

El Vidrio: Una útil y bella transparencia



Se desconoce la época en que fue descubierto el vidrio. Los orígenes de su fabricación son, también, ignorados. Plinio, el autor romano, difundió en su "Historia natural" un relato, muy repetido por la tradición, según el cual el descubrimiento se debió a unos mercaderes fenicios que se encontraban a orillas del río Belus, en Siria. Los viajeros decidieron calentar su comida y utilizaron para sostener las marmitas panes de nitro (nitrato potásico) que llevaban en su cargamento. El nitro, por la acción del fuego y en contacto con la arena, se fundió, solidificándose en masa vítrea.
La versión de Plinio sería creíble si el vidrio se fundiera con el calor de la llamas, en un fogón al aire libre. Pero no: su punto de fusión se obtiene a muy altas temperaturas.
El hallazgo debió ser el resultado de la observación de un hombre inteligente que comprobó aquellos fenómenos y los aprovechó.


Plinio, el viejo.

Vidrio fenicio.
Museo de la Villa de la Olmeda.

Dentro de la historia

Ya dentro de la historia, sabemos que los egipcios fabricaron muchos objetos de vidrio. La misma noticia nos llega de los asirios a través de distintos testimonios. Y si los fenicios no fueron sus descubridores, lo produjeron durante mucho tiempo, y de gran calidad y transparencia.
A los griegos se debe su aplicación al mosaico, siguiendo la antiquísima tradición (ésta si probada fehacientemente) del nacimiento del vidrio para uso exclusivo de la ornamentación o la obtención de objetos artísticos. En la misma Grecia, siguiendo este sentido, el grabado del vidrio alcanzó su mayor perfección bajo la dominación romana.
Aunque ya su aplicación práctica había avanzado, se sabe que el emperador Constantino , cuando trasladó su gobierno a Bizancio , dictó leyes que protegieron a los artistas vidrieros.
Desde antiguo, pues, el vidrio puede esmerilarse, esmaltarse y pintarse. La fabricación de utensilios para uso diario y su aplicación en tantas formas en la vida moderna son de fecha reciente. Lo mismo ocurre con la obtención de cristales para uso óptico, que es relativamente actual, aunque haya sido descubierta tiempo atrás.
A América llegó con los descubridores, y en la República Argentina su industrialización se remonta a 1870, fecha en la que se instaló una fábrica de botellas.


Vasija de vidrio egipcia.
Museo de Munich.

Ánfora griega.

Vidrio griego.

Jarra romana de vidrio.

¿Qué es el vidrio?

El vidrio es una sustancia que ha sido enfriada con alguna rapidez, a partir de una temperatura elevada. El enfriamiento hace que se conserve amorfa y reúna las condiciones de los cuerpos denominados sólido-fluidos (aquellos que se comportan como líquidos, aunque tengan aspecto de sólidos).
La sustancia proviene de una mezcla de sílice con potasa o sosa y pequeñas cantidades de otras bases (cuerpos que, combinados con ácidos, como la sílice, forman sales).
La sílice (el ácido silicio) se encuentran en forma de arena en los causes de los ríos, en las orillas del mar y en todos los sitios que fueron fondos de mares. Raras veces aparece en estado puro, pero las otras materias que contienen resultan por añadidura, beneficiosas para la fabricación del vidrio.
La sosa (o el sodio) es la sal común (cloruro de sodio), pero se la usa en forma de carbonato sódico o sulfato sódico.
Finalmente, la potasa es el carbonato de potasio. El vidrio que se obtiene con este componente es muy rico en plomo y se emplea exclusivamente para la imitación de piedras preciosas. Es el estras o Strass.


La elaboración

Determinada la mezcla, se procede a su fusión en hornos especiales. Como la sílice funde a 1723° C, la sosa, que tiene menor grado de fusión, hará disminuir la temperatura. El silicato de sodio así obtenido no alcanza, sin embargo, durabilidad química, y hasta resulta soluble en agua. Entonces se le agrega cal, en forma de carbonato de calcio o tiza.
Según el horno que se utilice, la masa se convertirá en líquido al cabo de 5 o 6 horas. Por las combinaciones químicas, ocupará en el crisol mucho menos espacio que la mezcla primitiva. 
Una vez conseguida la fusión, se procede a una calefacción, realizada al máximo de temperatura posible. El vidrio toma entonces estado espumoso, desprende gases y aparece finalmente limpio.


Los colores

Si se desea colorearlo, a la mezcla se le agregan alguno componentes. Para el azul de zafiro se recurre al óxido de cobalto; para el azul celeste, al deutóxido de cobre; para el rojo púrpura, al protóxido de cobre; para el verde, al óxido de cromo; para el amarillo, al óxido de uranio; para el violeta, al peróxido de manganeso; para el rojo o rosado, al oro, y para el amarillo, al cloruro de plata y carbón en polvo.


Pigmentos.








Clases de vidrio

En algunos vidrios, como los comerciales comunes, es necesario agregar, a los componentes enumerados, óxidos de aluminio y magnesio y sustancias destinadas a blanquearlos, como el óxido de manganeso.
El denominado Pyrex contiene óxido de boro, empleado en forma de ácido bórico, al cual debe la baja dilatación térmica que le permite cambios bruscos de temperatura.
El Pyroceram, con el que se fabrican piezas mecánicas de precisión, es el vidrio desvitrificado o cristalizado, fenómeno de la fusión que trata de evitarse, pero que aquí se ha provocado expresamente.
En la actualidad se fabrican vidrios sólidos como el acero y flexibles como la seda. La llamada fibra de vidrio, con la que se protege a los cohetes lanzados al espacio, es más liviana que el aluminio y resulta inatacable por los ácidos.


Vidrio Pyrex


Soplado y laminado

Un arte de difícil ejecución que se ha conservado a través del tiempo, y que tiene seguramente la edad del vidrio, es el del soplado. Observando la operación, parece muy sencilla. En efecto, el artesano debe tomar una cantidad de vidrio en fusión por el extremo de un tubo y soplar por él . Pero debe tener mucha destreza, seguridad de movimientos y buen "soplo". De la burbuja que se desprende y mediante herramientas especiales, se le da forma al objeto que quiere modelarse. Se trata de una técnica obviamente no aplicada a la producción en masa.
El laminado consiste en hacer pasar el vidrio en estado de mezcla fundida a través de grandes rodillos, dejándolo enfriar luego. Para obtener cristales se pule la lámina entre dos muelas planas y queda lista para su utilización en ventanas o en la fabricación de espejos, entre otros usos.
El vidrio moldeado (una vez que ha tomado en el molde la forma de botella, frasco, etc.) debe ser enfriado muy cuidadosamente, para que no resulte quebradizo o pierda transparencia. Para ello se lo somete al procedimiento llamado recocido, mediante al cual las piezas se calientan nuevamente y se las deja luego enfriar en hornos especiales.
Para la producción de vidrio que podríamos llamar "utilitario" las modernas fábricas han incorporado técnicas de producción masiva. Pero en los aspectos artísticos el artesano es insustituible. Por último, es necesario considerar al vidrio como un aliado de la arquitectura moderna que está considerada "arquitectura de la luz".


Técnica artesanal


Técnica industrial
Fuente


Uso decorativo 



Vidrio iridiscente

Vidrio iridiscente.

Lámpara ejecutada en el estudio Tiffany, de
Londres, en el año 1900.

martes, 24 de noviembre de 2015

Las más bellas esculturas de todos los tiempos

Estatuas romanas

Si bien la influencia griega fue muy grande en la escultura romana, la idiosincrasia de ambos pueblos era muy diferente y ello se tradujo en sus obras. Los griegos, dotados de gran imaginación, siempre elevaban al hombre sobre si mismo y lo convertían en héroe o en una deidad. Los romanos, en cambio, representaban seres humanos, con todas sus limitaciones. El retrato romano es una reproducción verídica de la realidad; tan verídica, que hasta permite al espectador estudiar la psicología de la persona representada . La grandeza de Roma, sus conquistas, sus soldados, pero también los vencidos; es decir, todo lo que integraba la sociedad romana ha quedado magníficamente representada en las estatuas de la época imperial.


Legionario romano

Esta estatua de bronce tiene un gran valor simbólico y ha sido realizada para exaltar a los legionarios que, una vez finalizada la campaña militar, se dedicaban a realizar trabajos de agrimensura en las tierras conquistadas o a trazar nuevos caminos, construir puentes, acueductos, murallas, etcétera.





Flora

Esta era una antigua divinidad de las flores y los capullos en general que brotaban con la primavera y a la cual se le ofrecían plegarias para que hiciese fructificar las plantas. También se la consideraba protectora de la juventud. En el siglo III a. de C. se le erigió un templo en Roma y se le instituyó una fiesta. Las obras de artes la representan como una joven exuberante engalanada con flores. Esta estatua de mármol notable por su realismo, fue hallada en las Termas de Caracalla, Roma.





Toro Farnese

Este célebre grupo escultórico se encontró en las ruinas de las Termas de Caracalla, pero es una copia de una obra de Apolonio y Taurisco de Tralles y representa el suplicio de Dirce. Ésta gobernó a Tebas, y los hermanos Anflón y Zeto, en venganza por el mal trato de Dirce a su madre, la ataron a las astas de un toro, que la arrastró hasta la muerte.





Dama romana

Este busto de mármol de gran realismo permite apreciar el tocado femenino.





Boxeador

Esta estatua de bronce de fin del siglo I a. de C. posee gran influencia helenistica. En la mano izquierda tiene grabada la firma de su autor Apolonios, hijo de Néstor. La obra muestra un gran realismo la cabeza del boxeador profesional con el rostro lleno de cicatrices, la nariz aplastada y las orejas hundidas. Se conserva en el Museo Nacional de Roma.





Detalle del rostro del boxeador.

lunes, 23 de noviembre de 2015

Curiosos orígenes de palabras comunes

Del cofre de sorpresas que es el idioma continuamos sacando los orígenes de palabras que usamos a diario. Algunas vienen de la antigüedad: otras en cambio, son recientes, pues han sido creadas para denominar nuevos descubrimientos.


Fanfarrón

Se denomina así al que se precia y hace alarde de lo que no es, en particular de ser valiente, y también al trigo propio del norte de África, que duro, de espigas largas y arqueadas y cuyos granos dan poca harina. La palabra viene el del árabe fanfar, que significa hablador y arrogante.





Ajedrez

La palabra ajedrez viene del árabe assatrany, y éste del sánscrito chaturanga, juego que consta de cuatro cuerpos de ejército o filas: peones, caballos, roques o carros y elefantes. En la actualidad se juega entre dos personas, cada una de las cuales dispone de 16 piezas móviles que se colocan sobre un tablero dividido en 64 escaques.


Juego de Chaturanga.


Láser

La palabra láser, que designa a un aparato y a los rayos que emite, está formada por las iniciales Light Amplification by the Stimulated Emission of Radiation (amplificación de la luz por emisión estimulada de radiación). En el año 1958, los físicos norteamericanos C. H. Townes y M. Schalow fabricaron el primer láser, constituido por una barra de rubí sintético cuyos electrones, estimulados por la luz de una barra tubular, pasan a órbitas de energía superior y producen una luz monocromática cuyos rayos viajan paralelamente con un mínimo de dispersión. Los rayos láser pueden agujerear diamantes, la sustancia más dura que se conoce, o el acero, y además se aplica en cirugía, comunicaciones, etcétera.


Charles Townes.



Filántropo 

Se llama así a la persona cuya actitud espiritual de amor hacia sus semejantes y se manifiesta en obras de bien. La palabra filántropo es de origen griego y consta de dos voces: filos (que ama) y antropos (hombre).




Evangelio

La palabra evangelio viene del latín evangelium y significa "buena nueva". Eso era para los cristianos el mensaje de salvación de Jesucristo, cuya vida, doctrina y milagros se encuentran en los Evangelios escritos por San Mateo, San Marcos, San Lucas y San juan.


Mateo (hombre-ángel)
Marcos (león alado)
Lucas (toro alado)
Juan (águila) 



Chau

Este vocablo, que usamos comúnmente como saludo de despedida, viene del italiano ciao, abreviatura de una frase de cortesía del dialecto véneto "s'chiavo di lei", que significa "esclavo de usted", en el sentido que también se usa "suyo", "a los pies de usted" y otras fórmulas de urbanidad.






Cuando una frase se hace célebre

"La música, páguela quien la oyere"

El día 8 de septiembre de 1645, agonizaba en Villanueva de los Infantes aquel genio de las letras españolas que se llamó don Francisco de Quevedo y Villegas. Junto a su lecho el vicario de su parroquia le reclamaba para que subsanase un olvido que había en su testamento: "Queremos que el entierro sea suntuoso -le dijo-, pero falta dinero para pagarle a los músicos ". Entonces Quevedo pronunció la frase del título, dando por terminado la cuestión definitivamente.


Francisco de Quevedo.


"Ahora que tengo para comer, me dan banquetes"

Durante algunas años, Florencio Sánchez vivió en una extrema pobreza -que en esos tiempos se disimulaba con el romántico nombre de "bohemia"-, pero después de duros esfuerzos logró conquistar el triunfo, aplausos, homenajes y las inevitables comidas con que suele agasajarse a los triunfadores. A los postres de una de aquellas demostraciones gastronómicas, Sánchez fue invitado a pronunciar un discurso, y fue entonces cuando el célebre autor de "La gringa", "M'hijo el doctor", "Barranca abajo", "Los muertos", etc., inició su charla diciendo: "Ahora que tengo para comer, me dan banquetes". Y en verdad llegaban un poco tarde tantos reconocimientos, porque su salud estaba ya agotada y murió en 1910, cuando tenía apenas 35 años.


Florencio Sánchez.


"¿Acaso hay dientes?"

Si alguna vez se hace una antología de aduladores -¡obra prácticamente interminable!-, corresponderá un lugar de excepción a un titulado caballero D'Fernay, habitual contertulio de la corte de Luis XIV. Se cuenta que, en cierta ocasión, cuando el anciano monarca se quejaba por haber perdido casi toda la dentadura, el servil cortesano quiso consolarlo diciéndole: "¡Pero Majestad! ¿Acaso hay dientes?". Y aquí cabe una pregunta: ¿Qué habrán inventado los otros adulones de Luis XIV para superar aquel "récord" de obsecuencia? 


Luis XIV


"Esta medicina me curará de todos los males"

Poeta, diplomático, político, navegante y gran favorito de Isabel de Inglaterra, repentinamente se oscureció la estrella de sir Walter Raleigh y fue condenado a muerte en 1618, durante el reinado de Jacobo I. Al llegar al patíbulo, se adelantó con firmeza al encuentro del verdugo y, examinando el filo del hacha preparada para su decapitación, exclamó "Es una medicina poco fuerte, pero me curará de todos los males".
No obstante el elogio hecho por sir Walter Raleigh, mucha gente considera que, para los dolores, es mejor la aspirina que el hacha.


Sir Walter Raleigh.