martes, 7 de marzo de 2017

El guepardo

Campeón de carrera del reino animal




El animal más veloz del mundo es el guepardo, un mamífero carnívoro de la familia de los félidos, que vive en África y el sudoeste de Asia. Como los demás animales de su misma especie, el guepardo posee una extraordinaria adaptación para la caza y suele recorrer grandes distancias para atrapar a su presa. Alcanza entonces una velocidad asombrosa que oscila entre 110 y 130 kilómetros por hora, la misma que los vehículos creados por el hombre sólo pudieron lograr en el siglo pasado.


Aunque es un voraz carnívoro, el guepardo no lo demuestra con su aire de animal manso y apacible. Suele pararse horas y horas junto a sus cachorros observando distraídamente a sus presas mientras se estira con movimientos parecidos a los de un perro de caza. Realmente, si no fuera por su cabeza pequeña y redondeada, por su piel dorada con manchas negras y por su cola gruesa y anillada, diríamos que se trata de un poderoso galgo. Es lo que nos recuerdan sus extremidades finas y alargadas, su cuello arqueado y la musculatura elástica y bien desarrollada del tronco.

La importancia de la velocidad
La velocidad tiene una importancia decisiva para los animales, pues ella es la que
les permite cumplir la suprema ley biológica: atrapar y no ser atrapado. Los cazadores,
sean insectos, peces, aves, mamíferos, etc., son muy rápidos en la embestida, pero
tan veloces como ellos y aún más deben ser las especies que tienen que huir para
salvarse. En este gráfico figuran los mamíferos más veloces.




 El lugar donde vive

El guepardo es un animal propio del continente africano. Hasta hace poco, su hábitat se extendía también por buena parte de Asia, pero la intensa persecución de que es objeto para aprovechar su piel o para utilizarlo como animal de caza amenaza la supervivencia de la especie en esas regiones. En cambio, es frecuente encontrarlo en las estepas, las sabanas herbosas y los desiertos de África. La sabana con acacias, de pasto medianamente alto, le ofrecen sombra para descansar y amplitud para sus rápidas carreras. Además, su pelaje dorado con manchas oscuras se confunde fácilmente con la tonalidad de las hierbas quemadas por el Sol en las sabanas y estepas. Así puede acercarse sin ser visto hasta sus presas a distancias relativamente cortas. Ellas son casi siempre los antílopes conocidos con el nombre  de impalas o las velocísimas gacelas.
Los guepardos abundan en los parques naturales y pueden alcanzar una longevidad de dieciséis años. La mayor parte se encuentra en la reserva de Ambroseli y en el Parque Nacional de Nairobi, en África Oriental. La especie que vive en Asia se denomina cheetah o chita.

Guepardos camuflados



Un cazador único en su especie

La evolución ha dado al guepardo una técnica de caza totalmente distinta a la de sus congéneres. En lugar de acechar a sus presas en el bosque, como lo hacen el leopardo o el jaguar, el guepardo corre abiertamente por las llanura para darles caza.
Casi siempre lo consigue por el minucioso estudio que hace de sus presas, juzgando por sus movimientos, por su postura o por su aspecto la facilidad o la dificultad que tendrá si se propone atraparlas.
Cuando se decide a hacerlo comienza el ataque. Paso a paso, con todos sus sentidos alertas, va avanzando hacia un rebaño de gacelas. En cuanto una de ellas levanta la cabeza, el guepardo se queda inmóvil, en la postura en que ha sido sorprendido. Permanece así unos segundos, con una pata levemente flexionada y el hocico apuntando hacia la gacela. Cuando ésta vuelve a inclinar la cabeza, el guepardo continúa aproximándose. Una vez que ha logrado acercarse lo suficiente, elige a su presa y comienza la carrera aumentando la velocidad con cada minuto que pasa. Cuando las gacelas lo descubren, ya es demasiado tarde para ponerse fuera de su alcance porque el veloz corredor ya se encuentra a menos de 100 metros de ellas. En una nube de polvo, el guepardo llega hasta el rebaño y de un certero golpe de su pata delantera derriba a su presa, que rueda por el suelo. La fiera la muerde en la garganta y termina con ella.

Guepardo cazando



¿Por qué puede correr tan velozmente?

Podría decirse que el guepardo es un corredor bien equipado. Sus largas y vigorosas patas le permiten alcanzar en pocos instantes una velocidad máxima, que puede conseguir gracias a su corazón y pulmones poderosos. Está dotado, además, de una columna vertebral flexible y una musculatura lumbar que puede graduar a voluntad la acción de los miembros. Por otra parte, las uñas de sus garras, a la inversa de las de los demás félidos, que las tienen en forma de arco, afiladas y retráctiles, son fijas y romas, lo que permite mantener la velocidad en la carrera.
Pero su resistencia el limitada. Después de cubrir una distancia de 400 metros debe tenderse a descansar. Por eso es tan importante el acecho que hace de sus presas, acortando en lo posible la distancia que lo separa de ellas.

Mamá guepardo con sus cachorros






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