Un pez que parece una fantasía
El hipocampo o caballito de mar es uno de los animales más curiosos que existen. Es un pez, y sin embargo, no tiene escamas; la cabeza y el cuello son arqueados como los del caballo; la boca es tubular; el pecho es como el de la paloma y la cola es prensil como la de ciertos monos. Además, puede cambiar de color como el camaleón y, como los de este reptil, sus ojos pueden moverse en forma independiente hacia cualquier lado. A esta extraordinaria criatura, que parece más fruto de la fantasía, los antiguos griegos lo llamaron hipocampo, que significa: caballo encorvado.
Hipocampo |
Un pez que no parece pez
La forma y la organización del hipocampo no recuerdan para nada a la clásica de los peces. Su cuerpo carece de escamas, pero esta protegido por pequeñas placas óseas que forman como una armadura externa, la que le permite conservar su forma aun después de morir. Pero sigamos con su descripción, que no hace sino acentuar la diferencia con los peces. La boca es pequeña, carece de dientes y se halla en el extremo de un hocico alargado en forma de tubo. Se alimenta de pequeños crustáceos y otros animalitos marinos, así como de plancton y formas microscópicas de seres vegetales y animales.
Partes de un caballito de mar |
Una extraña forma de nadar
A causa de su envoltura rígida, el hipocampo no puede nadar horizontalmente hendiendo el agua como lo hace la inmensa mayoría de los peces. Por eso nada en posición vertical y se impulsa por medio de una diminuta aleta dorsal en forma de abanico. Además, flota gracias a su vejiga natatoria. Si se escapan algunas burbujas, desciende y permanece en las profundidades hasta que se produzca suficiente gas como para poder volver a subir cerca de la superficie. La aleta pectoral y los movimientos de la cola le permiten realizar rápidos desplazamientos verticales.
La cola es muy útil
La cola del hipo campo es prensil y, por lo general, se enrolla hacia adelante. Con ella se sujeta a las algas u otras formaciones marinas cuando se detiene a explorar los alrededores en busca de su presa.
Una curiosa manera de cuidar a sus crías
Durante la primavera se produce entre los hipocampos una curiosa marcha nupcial que dura uno o dos días. Durante ella, la hembra deposita los huevos en una especie de bolsa que el macho posee en su vientre. Durante 45 días, éste se encarga de incubar los huevitos en el saco ventral; al cabo de este tiempo, nacen las crías. Entonces se ve algo realmente curioso: con movimientos convulsivos, el "padre" arroja de su bolsa 50 ó 60* minúsculos animalitos que continúan su desarrollo en el mar.
*Depende de la especie y el numero de apareamientos , pero pueden llegar a tener entre 200 y 300 crías.
¿Dónde vive?
Este extraño pez es propio del mar Mediterráneo y de las zonas cálidas del océano Atlántico. Por lo general permanece cerca de las costas, pues allí encuentra abundante alimento. Los pescadores utilizan grandes redes para pescarlo, y así se han descubierto unas 40* especies de tamaño variable, que oscila entre los dos centímetros y medio y los treinta centímetros.
*El Registro Mundial de Especies Marinas, acepta 54 especies en el género, estando catalogadas la mayoría por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza.
¿Para qué sirve?
Esta curiosa criatura es un capricho de la naturaleza. A causa de su envoltura externa, no es comestible. Sin embargo, en la antigüedad se le atribuían grandes virtudes; así, por ejemplo, actuaba como antídoto si se preparaba con vino, miel y alquitrán; en cambio, macerado en vino producía un fuerte veneno. En la Edad Media se lo aconsejaba para combatir la fiebre. Hoy, cuando los productos químicos y farmacéuticos lo han sustituido por completo, el hipocampo sólo sirve para mostrar una de las virtudes con que la naturaleza lo ha dotado: la forma en que los padres cuidan con gran dedicación a sus hijos.
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