sábado, 11 de febrero de 2017

El tigre

El cazador solitario de la jungla


El tigre ese formidable cazador solitario de la jungla, es un gato, el primero de los grandes gatos vivientes. Pertenece a la misma familia de los domésticos atrapadores de ratones, es decir, a los félidos, y es un mamífero y un carnívoro como ellos. Resulta inconfundible por las rayas negras o pardo-negruzcas de su piel; tanto, que mamá tigre, cuando nacen los tigrecitos, no puede equivocarse: ya presentan ese rayado característico.
Si el león ha merecido el título de "rey de los animales", el tigre ostenta el de "amo y señor de los animales de Asia", porque es en ese continente donde mayor se encuentra el prototipo de la especie.
En efecto, cuando se alude al tigre-tigre se está hablando del ejemplar indio, que mide unos 90 centímetros de altura, alcanza hasta 3 metros de longitud y pesa entre 225 y 275 kilos.




El tigre y el león

A propósito de tigres y leones, estos animales no han sido nunca enemigos declarados, tal como a veces se asegura, por la sencilla razón de que unos prefieren distintos lugares para cazar y lo hacen de modo diferente.
El león busca los espacios abiertos; el tigre, las zonas boscosas, las selvas y junglas. Aquél no puede ver bien a sus presas en sitios cubiertos de hierbas o vegetación; ésta se maneja cómodamente en zonas bambúes y matorrales tupidos. El león, finalmente, caza "en equipo", en compañía de otros congéneres, y el tigre lo hace solo, rara vez con un acompañante.
En resumen el león es dorado y "social" porque se mueve en lugares abiertos; el tigre es rayado y solitario porque se desplaza en sitios cubiertos.

Las diferencias constitucionales profundas entre el tigre y el león son
mínimas. Por eso, si se quitaran la piel sería muy difícil distinguir
a uno de otro.



El camuflaje de las rayas

Las rayas de la piel convierten al tigre en un animal invisible o difícil de ver. Le dibujaban (aparte de la belleza que le dan) un contorno camuflado. A pocos pasos de un hombre, sin que éste pueda notarlo, un tigre inmóvil puede esperar el momento oportuno para saltar sobre él. Las ramas se confunden con las rayas asimétricas y no hay ojo que logre avistar al terrible cazador. 
Además, la cara del animal resulta a propósito para que pase inadvertido en el claroscuro de la jungla. Se combinan en ella el amarillo, el blanco y el negro en un insólito dibujo.
Sólo por el olfato pueden detectarlo sus presas, pero para ello hace falta la complicidad del viento, que en un súbito cambio favorezca al inocente acechado.

Tigre camuflado entre la hierba alta.
Fuente



Cómo caza el tigre

El tigre es un animal depredador, o sea que pertenece al grupo de aquellos que como el león, poseen un cuerpo adaptado a la caza de animales fitófagos (que se alimentan de vegetales). Ciervos y jabalíes, antílopes y roedores, sin excluir al ganado que el hombre cría, y aun éste mismo, figuran entre sus presas predilectas.
Para atraparlas se vale de su finísimo oído, que le avisa con infalibilidad el lugar donde se encuentran. Después avanza sigiloso como un fantasma. Cuando las ha divisado, se queda inmóvil. Entonces "estudia" el camino que va a seguir en su acecho final, hasta colocarse cerca de la víctima. Y corre. Corre (no salta, como se cree) y la derriba. Con una de las zarpas delanteras sujeta el morro de la presa y le dobla el cuello hacia atrás, mientras le muerde la garganta. La "técnica" es infalible.
Una característica del tigre como depredador es que no se ha visto obligado a sacrificar peso para cazar a la carrera. Por eso puede ser muy corpulento y tener bien desarrollados los miembros anteriores. Como cazador sólo corre un corto trecho: el que precede a la caída sobre la victima.

Tigre cazando.




Una comida en tres tiempos 

Obtenida la presa, el tigre la arrastra hasta un lugar apartado y bien cubierto. Allí se da el primer banquete, devorando sólo los cuartos traseros del animal. Hecho esto, se aleja satisfecho. 
Vuelve a la noche siguiente a devorar el cuerpo y las extremidades anteriores de la víctima. Come entonces con cautela, como si supiera que ya se le esta acabando el bocado. Regresa una tercera noche a dar cuenta del resto, y no deja nada.
Después de cada comida, el temido monarca duerme, busca los sitios ocultos, preferentemente cerca del agua, de la que bebe y en la que se baña con deleite. Y antes de volver a las excursiones nocturnas, descansa durante el día, eligiendo la sombra porque no le gusta el sol. El tigre caza generalmente solo, y come, también, generalmente, solo.




Mamá tigre y sus cachorros

Cuando va a formarse una pareja de tigres, al llegar la época de la procreación, la hembra sale en busca del compañero. Una vez que lo ha encontrado, permanecen juntos hasta tres meses. Para entonces ya habrán nacido los tres o cuatro cachorros que generalmente engendra la pareja, y en la madre pesará toda la responsabilidad de la crianza. Los tigrecitos nacen ciegos y abren los ojos a los catorce días. Se alimentan con leche materna hasta el mes y medio de vida. Después, ¡a aprender lo que sabe un tigre que se precia!
El aprendizaje comienza con las lecciones de caza, a cargo de mamá tigre. Ésta toma la iniciativa para alentarlos y es la única vez en que cazarán en grupo, ya que después lo harán solos.

Los tigrecitos nacen ciegos y abren los ojos a los 14 días. La mamá los cuida
con mucho cariño y les da las primeras nociones de caza.


Cachorros de tigre




De dónde proviene el tigre

Si bien es cierto que el modelo de tigre es indio y se considera a la India como su reino natural, el gran félido no es originario de sus selvas y bosques. Proviene del norte de Siberia, donde apareció en una época remotísima, cuando el clima siberiano era benigno. Pero el período glacial que atravesó la Tierra lo obligó, primero, a adaptarse al frió (es el ejemplar sobreviviente de aquellas comarcas heladas) y, después, a emigrar hacia el sur, contorneando los montes Himalaya y las estepas y desiertos del centro del continente asiático. El tigre que marchó hacia el oeste alcanzó las laderas orientales del Cáucaso, desde donde descendió a Persia y Afganistán. Por su parte, el que se dirigió hacia el Oriente, avanzó por Manchuria y llegó al sur de Corea, China e Indochina. Y esta corriente fue la privilegiada para su desarrollo posterior porque, torciendo hacia el oeste, penetró en la India, a través de la Malasia y Birmania, para alcanzar su paraíso en la península indostánica, donde se da en mayor cantidad.



Las ocho razas

El tigre sufrió adaptaciones según las regiones en las que debía permanecer al detener su migración obligada. Adquirió diferentes formas, tallas y colores. Esto ha hecho que los zoólogos distingan en la actualidad ocho razas, desde los enormes tigres peludos de Siberia hasta los pequeños y oscuros de la isla de Bali, pasando por los de Mongolia, Persia, India, China, Sumatra y Java.
Las famosas rayas del tigre aparecen según las razas sobre un fondo de color que va desde el crema pálido hasta el rojizo amarillento, no faltando la rareza del tigre blanco, hermoso ejemplar con rayas grisáceas o de color carbón, con ojos azul-verdosos.

¿Tigres blancos? Si, estos curiosos ejemplares se encuentran en mayor cantidad en la India
y se caracterizan por tener la piel de fondo blanco con rayas grisáceas o de color carbón.



Tigre blanco y su cachorro

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