Para darle sabor a la vida
Junto con el aire y el agua, la sal es uno de los tres vitales elementos de la vida humana. En el libro de Job, escrito unos 2.250 años antes de nuestra era, el protagonista se pregunta: "¿Puede ser comido sin sal algo que es desabrido?". Es tal vez ésa una de las alusiones más antiguas al mineral, pero ciertamente no la única de la Biblia, donde está contenido aquel libro.
Los chinos y los egipcios e indostánicos intentaron vanamente precisar el tiempo y el lugar donde fue descubierta. Creyeron que, originalmente, apareció depositada sobre malezas, flotando en el mar. O bien pensaron que se la encontró primero en forma de sal de roca. Más generalizada es la creencia de que fue hallada en depósitos dejados por la evaporación de agua de mar.
¿Qué es la sal?
Pero si no podemos saber con precisión estos datos, que se pierden en los comienzos de la vida del hombre, podemos decir qué es la sal, químicamente hablando.
La sal o cloruro de sodio es un compuesto mineral distribuido en la naturaleza en forma sólida o sal gema (generalmente residuos de la evaporación de antiguos mares) y en disolución (agua de mar y manantiales salados). Se presenta en cristales cúbicos con densidad de 2,1 a 2,6 y dureza de 2,5. Es fácilmente soluble en agua. Muy rara vez aparece pura, y con frecuencia acompaña al yeso, a la pizarra y a las areniscas.
¿Dónde y cómo se obtiene?
Se la obtiene del agua de mar y de las minas de sal gema, llamadas comúnmente salinas. En el primero de los casos, son el calor del Sol y la acción de los vientos los que hacen posible la evaporación de las aguas, dejando el mineral en el fondo. Para que así ocurra, se hace entrar agua salada en grandes balsas de poca profundidad, donde se espera que se evapore espontáneamente. Luego se la pasa a centros de depósitos, en los que se eliminan las impurezas por procedimientos químicos y se forman los cristales, que finalmente se recogen con rastrillos.
Para extraer la sal gema se cavan pozos y galerías, utilizando perforadoras neumáticas y palas mecánicas. Se la muele y se la tamiza luego, separando los granos por tamaño.
En forma de salmueras
Un modo muy corriente de obtenerla es el de la extracción en forma de salmueras. Este procedimiento exige que se perfore el terreno hasta llegar a la sal mediante dos tubos concéntricos. En seguida se inyecta agua dulce a presión en el espacio que hay entre los tubos. Cuando el agua se convierte en salmuera, se la extrae por el tubo central. Esta sal es la preferida para la fabricación de manteca y queso, para la salazón de carnes y para los usos de panadería.
La sal en piedra
Pero hay otro tipo de sal, también muy usado, aunque no muy conocido. es el llamado sal en piedra o sal pedrés. Se la utiliza para la alimentación del ganado. Para producirla, antiguamente se aprovechaban trozos de sal gema o las incrustaciones de los evaporadores. En la actualidad se preparan bloques comprimidos de sal, procedentes de evaporación, a los que se añade azufre u otras sustancias que tienen por objeto suplir deficiencias de la alimentación del ganado (pasturas o aguadas).
Los múltiples usos
Para la mayoría de las personas la sal es simplemente un ingrediente indispensable para sazonar los alimentos, para preservar la carne y el pescado y para curar jamones. Pero estos usos, con ser fundamentales, no son todos, ni mucho menos.
A parte de servir para la alimentación humana y la conservación de alimentos, en forma de sal fina y gruesa, y para el ganado, como queda dicho, la sal es un mineral de vasto empleo en la agricultura, para matar el sorgo y otras malezas, por ejemplo, o para la conservación de la madera. En sanidad se la usa en compresas, para baños, para eliminar parásitos (mezclada con otros elementos químicos). También se la emplea para diluir la acumulación de hielo en caminos de tierra mejorados y en cambios de vías de ferrocarril.
En las industrias no alimentarias, es importante en la salazón de cueros, tripas, fabricación de hielo, cosmética, para templar el acero, en la preparación de vidrios, para tintorería y apresto de tejidos.
Finalmente, en las industrias jaboneras, de grasas y aceites y química. En esta última, en la obtención de cloro, soda caustica, solway, ácido clorhídrico y muriático, sulfato sódico y bicarbonato sódico.
De la salina al consumidor
En la salinas, la posibilidad de extraer sal de buena calidad depende íntegramente de factores climáticos. En Salinas Grandes (región muy rica en yacimientos de este mineral y que se encuentra ubicada en la provincia de La Pampa, República Argentina) se ha preferido instalar los establecimientos de lavado y purificado de la sal en el propio lugar, atendiendo a esos factores. Allí se procede a "cosechar" el mineral -una vez que aparece en la superficie por la evaporación previa-, a emparvarlo, usando topadoras, tractores con pala y otros tipos de maquinas raspadoras y cargadoras, y a transportarlo, finalmente, desde las parvas gigantescas, ya convertido en sal a granel, hasta las tolvas para su industrialización.
Son las máquinas lavadoras y purificadoras, las zarandas mecánicas y las centrifugadoras que le reducen el grado de humedad, los aparatos que forman parte de esa industrialización, que sólo acaba cuando el producto, blanco y refinado en el grado necesario, es envasado, también mecánicamente.
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